martes, 19 de junio de 2018

Diario de clase 86

Falta la sangría al comienzo de cada párrafo
Faltaba la etiqueta 0 Tercera evaluación
Faltas de ortografía
No hay imágenes, ni enlaces ni ampliación
Nota final: 4


Lunes, 18 de junio.

Hoy hemos comenzado la clase hablando de lo que significaba la palabra addenda. Este es documento en el cual el profesor especifíca que ha habido un error en la nota final. Puede ser que suba como que baje dependiendo del error cometido. Después de esta introducción comenzamos la clase.


Al cabo de unos minutos entran unos alumnos que eran del centro y que ahora están realizando diferentes carreras, (excepto una niña que está en primero de bachillerato).
Nos han estado hablando del paso que han tenido por el instituto y el cambio que ha dado a sus vidas. Por ejemplo hemos estado hablando sobre la selectividad, el bachillerato, la universidad, y la importancia que tiene entregar las cosas a tiempo porque en la universidad los profesores no se comportan de la misma manera que en el instituto.



Después de hablar un poco de sus experiencias y de cómo les va, seguimos con la clase y Julio los invitó a quedarse a dar la clase con nosotros.
En 2011 fue cuando ocurrió lo de los indignados y a la vez ese mismo año fue la victoria de Rajoy.


A continuación Julio nos hizo una pregunta, ¿ Por qué subió Felipe VI al trono?
Felipe VI subió al trono porque su padre tenía muchos problemas de corrupción, entonces la familia le forzó a que entregara el trono a su hijo porque el no estaba en condiciones para seguir.
En 2011 comienza la crisis política.


Continuamos con el tema del conflicto catalán comienza de 2004 a 2008 y hacen un estatuto de autonomía en 2006, pero el PP lo quitó, por eso continúa el conflicto aún. Si llegará a aparecer la independencia en Cataluña, sería un gran problema para todos los españoles.
Este año ETA definitivamente a abandonado las armas. Este a sido un proceso que a durado 7 años.

El profesor también ha explicado el significado de la palabra, axioma que significa cuando una verdad es incuestionable.



Y para finalizar la clase el profesor a entregado los exámenes voluntarios del libro para subir nota, y también hemos mirado pregunta por pregunta y el profesor las ha explicado y ha resuelto dudas.




María Navarro Linares. 4ºA.




domingo, 17 de junio de 2018

1.La revolución americana: el nacimiento de los Estados Unidos

Dos faltas de ortografía
Nota: 8

1. LA REVOLUCIÓN AMERICANA: EL NACIMIENTO DE LOS ESTADOS UNIDOS.


La rebelión de las trece colonias británicas de la costa este de Norteamérica contra la metrópoli dio lugar a una guerra por su independencia y género, al mismo tiempo, un proceso revolucionario. La lucha por la igualdad, por la libertad y por los derechos de los gobernados produjo un cambio político que desembocaría en el nacimiento de los Estados Unidos de América. La independencia de las colonias norteamericanas abrió el proceso de las revoluciones burguesas, que consiguieron derribar el Antiguo Régimen.

1.1. LOS ANTECEDENTES

Las colonias británicas norteamericanas disfrutaban de una notable autonomía respecto al Gobierno de Londres. Tenían asambleas representativas, impuestos reducidos y una amplia libertad de comercio.

Había diferencias importantes entre, por una parte, los pequeños propietarios rurales y la burguesía urbana de las ciudades del norte y, por otra, entre los propietarios de las plantaciones esclavistas del sur, donde trabajaban medio millón de esclavos negros repartidos entre las grandes explotaciones de algodón, azúcar y tabaco. Pero, a pesar de las diferencias sociales y económicas, no tenían los problemas derivados de la pervivencia de la sociedad estamental y el régimen señorial vigentes en el continente europeo. 

-La rebelión de los colonos.


   La rebelión de los colonos tuvo un origen fiscal y comercial. Gran Bretaña, agobiada por la deuda contraída al término de la guerra de los Siete Años (1756-1763), que había enfrentado a británicos y franceses, aumentó la presión tributaria sobre las colonias y exigió el cumplimiento de las leyes sobre los monopolios comerciales y los impuestos aduaneros.

   Los colonos protestaron. Sostenían que, como no tenían participación política en el Parlamento británico, no estaban obligados a aceptar sus leyes fiscales: <<Ningún impuesto sin representación». Los colonos se sentían discriminados porque aportaban impuestos y riqueza a la metrópoli y, sin embargo, estaban completamente marginados de las decisiones que les afectaban. Desde mediados del siglo XVIII; este malestar latente fue creando un clima de opinión, cada vez más extendido, contrario a la dependencia de Gran Bretaña.

   El detonante de la rebelión fue la concesión a la Compañía de las Indias Orientales del monopolio de la venta del té. En 1773, un grupo de jóvenes disfrazados de indios arrojaron al mar la carga de té de los barcos amarrados en el puerto de Boston. Este grave incidente se conoce como el motín del té (Boston Tea Party).

   El motín del té.


   El llamado motín del té fue uno de los detonantes de la guerra entre las dos colonias americanas y Gran Bretaña.


                                Motín del te en el puerto de Boston (Boston Tea Party) 


   Ocurrió en la noche del 16 de diciembre de 1773, cuando un grupo de patriotas radicales americanos, disfrazados de indios mohawk, asaltaron tres barcos anclados en el puerto de Boston y arrojaron al mar su carga: 343 cajas de té valoradas en unas 10 000 libras. Los patriotas, denominados «Hijos de la Libertad», protestaban así contra la ley aprobada ese mismo año por el soberano británico, Jorge lll, que otorgaba a la Compañía de las Indias Orientales el monopolio del comercio de té (Tea Act). El incidente formaba parte de una campaña más amplia de boicot de los colonos contra los productos importados impuestos por la metrópoli.

   Las autoridades británicas reaccionaron con dureza: decretaron la sustitución de las autoridades locales, el envío de varios regimientos a Boston y el cierre del puerto de la ciudad. Las medidas, represivas encendieron aún más la hostilidad de los colonos y dieron alas a los partidarios de la ruptura. Los patriotas de Boston recibieron ayuda del resto de las colonias americanas, cada vez más dispuestas a plantear una lucha común por la independencia. A lo largo de 1774 aumentaron los incidentes y enfrentamientos con las tropas británicas y, en la primavera del año siguiente, la guerra era una realidad innegable.  

   -Declaración de la Independencia de la EE.UU.


   <<Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que, para garantizar estos derechos, se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando ' quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.  (…)  Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigidas invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad. (…)  La historia del actual rey de la Gran Bretaña es una historia de repetidos agravios y usurpaciones, encaminados todos directamente hacia el establecimiento de una tiranía absoluta sobre estos estados. Para probar esto sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial>>

   4, julio, 1776

   1. John Adams, uno de los partidarios de la independencia en el congreso continental. Segundo presidente del país.

   2. Thomas Jefferson, de cultura enciclopédica, fue uno de los autores de la Declaración de Independencia. Tercer presidente del país.

   3. Benjamin Franklin, científico y político, propuso enmiendas promoviendo la libertad, la igualdad y la tolerancia.

   4. John Hancock presidió el Segundo Congreso Continental y recibió el borrador de la Declaración de la Independencia








    Las medidas represivas tomadas por las autoridades británicas desencadenaron el conflicto. Un Congreso Continental en Filadelfia de delegados de las colonias redactó en octubre de 1774 una Declaración de Derechos y Agravios con sus revindicaciones a Gran Bretaña.

    De este congreso surgió la Asociación Continental que acordó no importar ni exportar productos ingleses; con ello buscaban que las compañías inglesas que comerciaban con las colonias presionaran al Gobierno británico.

   También enviaron un escrito al rey británico exponiendo sus quejas. Este no contestó y en   1775 se reunió el Segundo Congreso Continental, que organizó un ejército; los colonos del norte consiguieron movilizar a las colonias del sur y, a lo largo de 1775, los choques armados aislados se generalizaron. El 4 de julio de 1776 se firmo la Declaración de Independencia

   1.2. La guerra de la Independencia

   La guerra de la Independencia americana tuvo dos fases:

   -Primera fase 1775 y 1777.


   Los milicianos, comandados por George Washington, a pesar de su inferioridad en hombres y en armas, consiguieron extender la insurrección y hostigar a las tropas británicas.
El 12 de Junio de 1776 se hizo pública la Declaración de Virginia (Virginia Bill), redactada por George Mason, de gran influencia posterior y considerada la primera declaración histórica sobre derechos humanos.

   El 4 de julio de 1776, los representantes de las colonias reunidas en Filadelfia, firmaron la declaración de Independencia… (cortado por la siguiente página)


3. El imperio napoleónico

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Cuatro faltas de ortografía
Nota: 5




    La dictadura militar impuesta en Francia por Napoleón Bonaparte terminó con el proceso revolucionario y dejo paso a construcción  de un imperio que, durante una década, dominó Europa. La derrota final de Napoleón supuso el retorno temporal de absolutismo. Pero las cosas no volverían a ser como antes. Como demostrará la historia de las décadas siguientes, la huella de la revolución era profunda y duradera.


3.1. La construcción del imperio
    Napoleón había alcanzado el grado de general con apenas 25 años. Su rápido ascenso en el escalafón militar se debió a las oportunidades creadas por las guerras constantes de la época revolucionarias. En 1796, el Directorio le encomendó el mando del ejército de Italia. En pocos meses conquistó el norte del país y derrotó a Austria, a quien impuso en la Paz de Campoformio la cesión de Bélgica. Después de la campaña de Egipto (1798-1799), Napoleón regresó a París aclamado por las multitudes como un héroe nacional. Era el mejor general en el campo de batalla y también  el más capacitado para controlar con mano firme la situación interna de Francia, un deseo que no ocultaba los sectores más moderados del Directorio. Con ese apoyo político, el respaldo del ejército y el prestigio popular que disfrutaba, Napoleón lo tenía todo para lanzarse a la conquista del poder.

    En principio, el golpe de Estado de noviembre de 1799 instauró un Consulado. Napoleón tenía que compartir el poder ejecutivo con otros dos cónsules, Sieyès y Ducos. Pero, poco después, en 1802, el joven y ambicioso general ya se había convertido en cónsul único y vitalicio. El Consulado era, en la práctica, una dictadura personal. El Gobierno concentraba cada vez más poder y tenía en sus manos la iniciativa legislativa. El primer artículo de la constitución del año XII (1804) confiaba todos los poderes de la República ''a un emperador que toma el título de emperador de los franceses''. El 2 de diciembre de ese año, en presencia de papa Pío VII, Napoleón I se coronó a sí mismo en la catedral de Notre Dame. 

    En el interior, una vez establecido un estrecho control del orden público, comenzó una serie de reformas administrativas que pretendían mantener algunos de los principios del liberalismo moderno de 1791. Gracias al Concordato firmado con la Santa Sede (1801), el oculto católico volvió a tener el reconocimiento y el apoyo del Estado. La promulgación del Código Civil (1804), el Código del Comercio (1807) y el Código Penal (1810) reconocía las principales reivindicaciones de la burguesía: las libertades individuales básicas; la igualdad ante la ley; la defensa del derecho de propiedad.

      Estas reformas legales, junto con las medidas que establecían la igualdad fiscal, la educación primaria universal y la centralización administrativa (departamentos dependientes de los ministerios de París), sentaron las bases de la organización del Estado francés contemporáneo.

    El imperio napoleónico extendía sus fronteras por toda Europa. Después de las sonadas victorias obtenidas contra los austriacos (Austerlitz, 1805), los prusianos (Jena, 1806) y los rusos (Friedland, 1807), y de la invasión de España y Portugal (1808), el dominio continental de los ejércitos napoleónicos parecía incontestable. Sus éxitos militares no se explican si no se tiene cuenta que sus tropas luchaban contra ejércitos del Antiguo Régimen y muchas veces contaban con amplios contingentes que no eran de origen francés. Las élites intelectuales expresaron sus simpatías por Napoleón y muchos europeos percibían la llegada de los soldados napoleónicos como una liberación de las cadenas de la monarquía absoluto y la sociedad estamental. Desde el mar del Norte hasta el Mediterráneo, casi todos los Estados europeos quedaban bajo la administración directa imperial o permanecían vinculados en una red de Estados aliados y Estados vasallos, gobernados por familiares directos del emperador. Solo Reino Unido escapaba a esta construcción política a escala europea, al proyecto del <<gran imperio>> soñado por Napoleón, una realidad hasta 1812.



Napoleón Bonaparte
     Napoleón Bonaparte (1769-1821) nació en una familia de la pequeña nobleza de la isla de Córcega. Ascendió a general durante la defensa del puerto de Toulon (1793) y alcanzó gran prestigio militar en las campañas de Italia (1796-1797). Su carrera política se inició con el golpe de Estado del 18 de brumario (9 de noviembre de 1799) y su participación en el Consulado, con Emmanuel-Joseph Sieyès y R. Ducos. En 1802 fue nombrado cónsul vitalicio y dos años después se proclamó emperador de los franceses.

     Impulsó y dirigió la expansión militar francesa en Europa, difundiendo las nuevas ideas revolucionarias y buscando crear un gran imperio europeo bajo la gran direccíon de Francia. Gran Bretaña fue el gran rival de las tropas napoleónicas, sobre todo en el mar, pero los franceses también se encontraron con otras dificultades, como el combate de guerrillas en España y, más tarde, la táctica de <<tierra quemada>> en Rusia, que obligó a las tropas francesas a retirarse por problemas de avituallamiento, agravados por las bajas temperaturas, tras haber llegado hasta Moscú.

     El 31 de marzo de 1814, los aliados contra el imperio napoleónico entraron en París, y este se vio obligado a abdicar seis días después y a exiliarse a la isla de Elba. Unos meses más tarde regresó y tomó de nuevo el poder, en febrero de 1815. Su posterior derrota en la batalla de Waterloo, el 18 de junio de este año, frente al duque de Wellington, marcó su final. Murió en 1821 durante su exilio en la isla de Santa Elena.



 Máxima expansión de Napoleón en Europa, 1812
     La expansión del imperio napoleónico estuvo ligada a la difusión de las ideas revolucionarias de libertad, igualdad y fraternidad, y se considera uno de los precedentes de la idea de una Europa unida políticamente. Para lograrlo, se enfrentó a los países vecinos en los que gobernaban monarquías absolutas y, gracias al apoyo de una parte de la población, afín a sus ideas, consiguió que en 1812 casi toda Europa fuera ya dependiente de Francia o regida por familiares de Napoleón. Si bien, también encontró resistencia en otros grupos de la población y algunos países se convirtieron en difíciles enemigos, como Gran Bretaña, el imperio ruso o España.

 

sábado, 16 de junio de 2018

Diario de clases 85

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Nota: 7


     Hoy hemos empezado la clase leyendo la página 262 del libro de texto. De aquí han salido algunas dudas las cuales el profesor ha ido aclarando:

       La capital de España la eligió el rey porque sabía que en Madrid iba a poder hacer lo que quisiese. Ésto no empeoró la situación del país, pero si la capital se hubiese puesto en una ciudad importante, rica y bien comunicada (como en la mayoría de países), el país se habría enriquecido. Si Madrid dejara de ser la capital, su población se reduciría a la mitad. En cambio, si la capital pasara a ser Barcelona, desaparecería el independentismo, ya que el turismo interior y exterior favorecería a la Comunidad autónoma.

       Dentro de la constitución se dice que no se pueden tocar los fueros de País Vasco y Navarra. Esto no es muy justo, pero nadie se atreve a tocar la constitución por miedo a cambiarla a peor. En la constitución tampoco viene nada sobre el estado de las autonomías. Cuando el estado decide favorecer a una comunidad autónoma dándole privilegios, las demás comunidades también quieren esos privilegios. Pero si se los conceden también a ellas, la que en un principio iba a tener privilegios al final no los tiene, y reclama más. A esto lo llamó el maestro "café para todos".

       La jurisprudencia es la tradición jurídica. Son las sentencias que sirven como sustituto de la ley en caso de que ésta no funcione bien o no trate el tema.

       Cuando se expropian casas, se aplica el justiprecio, que es la media  de los precios de las casas de la zona.

       Una constitución tiene establecidos, normalmente, una declaración de derechos y deberes, el funcionamiento del estado, la administración territorial y la capital del país. Sin embargo, no dice nada sobre el número de comunidades autónomas ni las fronteras de éstas. El fondo de compensación interterritorial consistente en un fondo con destino a gastos de inversión, cuyos recursos se distribuyen por las Cortes Generales entre Comunidades autónomas y provincias con el fin de corregir los desequilibrios económicos interterritorialesNos citó una frase famosa del libro Rebelión en la granja: "Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros". Con esto quiso decirnos que esto es lo que pasa con el fondo de compensación territorial en España, que todas las Comunidades autónomas pagan por igual, pero las ricas pagan más.

       Adolfo Suárez fue el primero que dimitió voluntariamente después de que lo culparan de los problemas con ETA y del crecimiento de la violencia.

       En los años 80, ETA cambió de estrategia, aplicando el "cuanto peor, mejor" para crear un ambiente de violencia tras los atentados masivos con el fin de conseguir un golpe de estado por parte del ejército en contra de la democracia.

       El PSOE consiguió en parte la autonomía para Andalucía, que permitió que se desarrollara porque estaba subdesarrollada en comparación con el resto de España. Hoy Andalucía está mas desarrollada. Sin embargo, el hecho de que la mayoría de su población sean personas mayores de 50 años hace que los cambios sean más lentos.

VOCABULARIO
Tribunal Constitucional: Constinutional Court  /kɒnstɪˈtjuːʃənl kɔːt /
To gather: reunir  /ˈgaT͟Hər/
Gathering: reunión  /ˈgaT͟HəriNG/
Balance: equilibrio  /ˈbaləns/
Balanza: Scales  /skeɪlz /
Set up: establecer  /sɛt ʌp/
Crowd: masa, multitud  /kraʊd/
Rule Of Law: el imperio de la ley, estado de derecho  /ruːl ɒv lɔː/
Resign: renuinciar, dimitir  /ruːl ɒv lɔː/
House of representatives: cámara de representantes (congreso de E.E.U.U.)
El Bundestag: congreso alemán
Convene: convocado, reunido  /kənˈviːn/
Labour movement: movimiento obrero  /ˈleɪbə ˈmuːvmənt/

2.4 El Directorio (1795-1799)

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Cinco faltas de ortografía
Nota: 4



    [...]formación de un ejército nacional basado en el reclutamiento obligatorio. Los ejércitos franceses, formados por campesinos y artesanos llamados a las armas, salvaron la República revolucionaria frente a las tropas europeas que representaban al Antiguo Régimen.

    En la primavera de 1793, las levas y la carestía de las subsistencias provocaron protestas y revueltas campesinas, como la sublevación contrarrevolucionaria que estalló en la región de la Vendée, donde se llegó a crear un ejército a favor de la monarquía. Apoyado por la nobleza y el clero refractario. Mientras tanto, en un ambiente casi de guerra civil, las clases populares urbanas protestaban en París contra la escasez y la especulación, y pedían un Gobierno de carácter más social y democrático.


    En julio de 1793 llegó al poder Robespierre. Los jacobinos, con el apoyo en las calles de la multitud formada por los sans-culottes, habían conseguido desplazar del Gobierno a los dirigentes girondinos. Empezaba la época de la Convención jacobina o montañesa, el período más exaltado de la revolución.

    Se proclamó una nueva Constitución con su carácter mucho más democrático y social que la anterior, basada en la soberanía popular y el sufragio universal. los jacobinos establecieron un nuevo calendario republicano, promovieron la educación primaria gratuita, suprimieron el culto religioso y crearon las fiestas laicas dedicadas a la Razón.

    Al mismo tiempo dictaron toda una serie de reformas sociales que afectaban a la propiedad de la tierra, los salarios mínimos y el precio de los artículos de primera necesidad. Recogían así algunas de las demandas de las clases populares más radicales. Robespierre, al frente del Comité de Salvación Nacional, decretó una serie de medidas excepcionales que pretendían eliminar a los enemigos de la revolución.

    Era el <<despotismo de la libertad>>, una sangrienta política represiva que se conoce como el Terror. A las detenciones, procesamientos masivos y juicios sumarísimos les sucedieron miles de ejecuciones (unas 40000 personas) de todos aquellos considerados <<enemigos del pueblo>>.


2.4 El Directorio (1795-1799)

    El 27 de junio de 1794 (9 termidor de año II) se produjo lo que se conoce como reacción termidoriana. La burguesía moderada, con el apoyo del ejército, puso fin a la experiencia de la república igalitaria y jacobina. Robespierre y sus principales partidarios fueron detenidos y acabaron en la guillotina.

     La Convención pasó a manos de dirigentes conservadores, que anularon la legislación democrática, clausuraron los clubes y sociedades patrióticas y, en septiembre del año siguiente, decretaron la Constitucion del año III. Con sufragio censitario, dos cámaras legislativas (Consejo de Ancianos y Consejo de los Qionietos) y un poder ejecutivo encabezado por un Directorio de cinco miembros dotados de amplios poderes.


Las constituciones 
    


Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord
    Entre las biografías de los personajes que vivieron la época de la Revolución Francesa hay pocas más interesantes que la de Talleyrand (1754-1838). Obispo de origen nobiliario, en 1789 participó en los Estados Generales como diputado del estamento eclesiástico. Allí destacó como un claro defensor de las revolucionarias. Fue uno de los redactores de la Constitución de 1791. Y también uno de los pocos obispos que aceptó el estatuto civil y la nacionalización de los bienes del clero.

     Alarmado por la radicalización del proceso revolucionario, se exilió primero a Gran Bretaña y posteriormente Norteamérica. Regresó a Francia en 1796 para encargarse de los asuntos exteriores del Directorio, el mismo puesto que logró alcanzar, después del golpe de Estado de 1799, al servicio de Napoleón. Su vocación diplomática le fue alejando del imperialismo militar Bonaparte. Ese distanciamiento le permitió continuar su carrera política después de 1814, tras la abdicación del emperador. Como jefe del Gobierno provisional fue principal artífice de la restauración de los Borbones. Y en el Congreso de Viena, de nuevo como ministro de Asuntos Exteriores, logró la integridad territorial de Francia. Su carrera política continuó hasta la revolución de 1830, otra  vez al lado de los vencedores, los partidarios de Luis Felipe de Orleans. Una vida a caballo entre dos siglos, entre dos mundos diferentes. Una prueba de cómo una parte de las élites del Antiguo  Régimen consiguió buscar acomodo en la nueva sociedad burguesa decimonónica.



    El Directorio fue última etapa de al revolución y estuvo marcada claramente por un giro conservador apoyado por la burguesía propietaria. Los motines provocados por la crisis económicas y las protestas tanto de realistas como de radicales fueron reprimidos con dureza por el ejército.

    Los dirigentes de Directorio tuvieron que hacer frente a las conspiraciones, como la dirigida por François Babeuf en 1796, la llamada <<conjura de los iguales>>, que abogaba por una transformación radical postulando la colectivización de la tierra y el igualitarismo social. Babeuf fue ejecutado en 1797 y a sido considerado un precursor del socialismo utópico.

    Los éxitos militares en el exterior hicieron que el ejército cobrara protagonismo político y se convirtiera en la principal garantía de la conservación del orden social. En medio de un clima de inestabilidad política, fue creciendo la idea de la necesidad de un <<gobierno fuerte>>. Uno de los generales más destacados, Napoleón Bonaparte, fue el protagonista del golpe de Estado, el 18 brumario (9 de noviembre de 1799), que dio por terminado el proceso revolucionario.



Los términos <<izquierda>> y <<derecha>>
    El origen de los términos <<izquierda>> y <<derecha>> procede de los primeros años de la revolución francesa. Entonces no existían partidos políticos como tales, pero sí grupos afines,procedentes clubes sociedades patrióticas, con tendencia ideológica y una composición social similar. Los debates de la Asamblea enfrentaron a los propietarios burgueses, mas conservadores (constitucionalistas) y sentados a la derecha de la presidencia, que se oponían a los cambios sociales y políticos, con los partidarios de continuar el proceso revolucionario, situados a la izquierda de la cámara. Entre los <<patriotas>> revolucionarios, los mas moderados eran los girondinos. los grupos más radicales jacobinos y cordeliers, exigían el establecimiento de la república y el sufragio universal. 


    Actualmente, las tendencias políticas de izquierda y derecha han perdido una parte de su definición inicial, pero siguen conformando nuestra cultura política y continúan siendo válidas para definir la manera diferente de entender los principios de libertad e igualdad, el funcionamiento del sistema económico capitalista y el papel que debe desempeñar  el Estado.



El culto a la Razón 
    En noviembre de 1793 se celebró en París una << Fiesta de la Libertad y de la Razón>> en la catedral de Notre Dame, convertida desde ese momento en <<Templo de la Razón>>. En medio de una procesión con mujeres vestidas de blanco, bustos de filósofos y el coro de la Ópera cantando himnos revolucionarios, apareció una joven con una túnica azul y un gorro frigio coronada como diosa de la Razón.

    Los actos del culto a la Razón adquirieron cierta popularidad y se extendieron por las principales ciudades francesas durante el período dominado por el jacobinismo radical. Formaban parte del proceso de descristalización emprendido por las autoridades revolucionarias. La creación de una religión nueva de carácter cívico-patriótico, una nueva liturgia simbólica visible también en fiestas como la plantación de árboles de la Libertad, las celebraciones de la Juventud, la Agricultura y la Naturaleza, los banquetes fraternos o las ceremonias de las victorias, los mártires nacionales y los aniversarios de las jornadas más memorables de la revolución.

En las fiestas revolucionarias se hacía material el sueño de una sociedad nueva. Un sueño que duró muy poco tiempo. En los años del Directorio y, después, durante el imperio de Napoleón, las fiestas quedaron marginadas y fueron derogadas. Lo mismo le ocurrió al calendario republicano, abolido oficialmente a finales de 1805. pero el lenguaje, los símbolos y los ritos revolucionarios pervivieron a lo largo del siglo XIX y pasaron a formar parte de la cultura liberal y del republicanismo democrático. 
     

jueves, 14 de junio de 2018

Diario de clases 84

Faltas de ortografía
Errores en la recogida de información
Faltan imágenes, enlaces y ampliación de información
Nota: 5
    Hoy día 14 de junio, empezamos el día hablando de que en Extremadura hubo un hackeo en la página           web, y debido a eso tuvieron que repetir selectividad.
 
    En P.Genil en un examen se perdió 15 minutos porque hicieron mal su trabajo, nos comentó que en el           examen de historia cayó del siglo XIX --> Isabel II y en el siglo XX --> Franco y su gobierno.  En las           oposiciones de profesores que son la semana que viene, esta totalmente prohibido salir al baño                     porque te quitan directamente el examen, si presentas un papel del médico que tienes mal la vejiga te             dejan ir al baño pero con alguien acompañándote. Más tarde, empezamos a leer la página 266 y en esa         página estaba escrito el atentado del 11 de marzo de 2004, este atentado sucedió porque Aznar se metió     en la guerra de Iraq, más tarde pusieron bombas en los transportes públicos de Madrid murieron cientos       de personas.
 
    Nos hizo un par de comentarios como: En 2004 Rajoy fue candidato del PP, La ley de la Memoria               Histórica se hizo en 2007, en 1976 se aprobó la ley de Amnistía y en 2018 el año actual una ley                   aprobada por las Cortés pero no se pone en práctica.
 
    Después nos hablo de la Guerra Civil y nos dijo que en esa época había muchos robos. Y al final de             clase nos dijo que hemos dado entre todos los españoles a los bancos de España 20.000 millones de           euros para que no se arruinaran.


    VOCABULARIO
    Over (preposición) --> encima
    Demise--> renunciar,abandonar
    Demissal --> pre jubilación
    To chair --> dirigir políticamente

miércoles, 13 de junio de 2018

3.2 LA DERROTA NAPOLEÓNICA

Una falta de ortografía
Nota: 9

    
    3.2. La derrota napoleónica

    Pero el dominio imperial tenía sus límites. La derrota de la escuadra naval franco-española en Trafalgar (1805) subrayó la superioridad marítima de la Armada inglesa, que consiguió sortear el bloqueo continental decretado por Napoleón (1806).

    A partir del año 1812 llegaron los reveses militares:

    ■ Dos campañas produjeron un enorme desgaste: en la península ibérica, las tropas francesas sufrieron una derrota inicial en Bailén (1808) y una continua erosión debido a la resistencia de una parte del pueblo español en forma de guerrillas. En 1812, las victorias del ejército comandado por Wellington obligaron a los franceses a emprender un repliegue que culminó, un año más tarde, con su expulsión al otro lado de los Pirineos. En Rusia, la desastrosa invasión que Napoleón ordenó en 1812 acabó con una retirada en ple-no invierno, que se convirtió en una catástrofe. De los 600000 soldados de la Grande Armée solo 100000 pudieron regresar ilesos.

    ■ La coalición internacional dirigida por Reino Unido derrotó a los franceses en Leipzig (1813). Los ejércitos aliados se adentraron en suelo francés y lograron llegar hasta las puertas de París, forzando la abdicación de Napoleón (1814), que se retiró a la isla de Elba.
Su fugaz regreso al poder, en marzo de 1815, el llamado imperio de los Cien Días, terminó con la derrota sufrida en Waterloo frente a un ejército internacional formado por tropas inglesas, prusianas, austriacas y rusas. Napoleón fue desterrado a la isla de Santa Elena donde murió en 1821. El trono de Francia volvió a manos de los Borbones en la figura de Luis XVIII, quien otorgó una constitución que favorecía a las clases propietarias conservadoras, aunque mantenía algunos principios de carácter liberal moderado.

    3.3. La huella de la Revolución Francesa


    En 1815, las potencias internacionales que habían derrotado a Napoleón intentaron restaurar el viejo orden del Antiguo Régimen. Pero, con el paso de los años, ese propósito se reveló imposible. 

    Los ejércitos napoleónicos, en su expansión por toda Europa, habían destruido las estructuras del feudalismo. Y el derrumbe de las monarquías absolutas permitió también la llegada de las ideas y de los principios revolucionarios.

    En muchos territorios se promulgaron constituciones que abolían la sociedad estamental y creaban monarquías limitadas por la separación de poderes y un cuerpo legislativo elegido por sufragio censitario. Lo que había pasado una vez podía volver a ocurrir. La Revolución Francesa fue un proceso de cambio radical que convulsionó el continente europeo durante más de una década y que lo siguió haciendo a lo largo del siglo XIX. Es el episodio histórico más trascendental para entender la evolución del mundo contemporáneo occidental.

    La Revolución Francesa inauguró el vocabulario político moderno, puso en marcha los sistemas legales vigentes en la actualidad, transformó las relaciones sociales y de-mostró que la gente común podía cambiar el curso de la historia.

    Liberalismo, revolución social, burguesía, democracia, dictadura, derechos humanos, libertades individuales o ciudadanía son conceptos fundamentales que surgieron alrededor de los acontecimientos extraordinarios ocurridos en Francia en la década de 1789 a 1799. El eco de La Marsellesa llega hasta hoy y recuerda la fuerza de su eslogan más conocido: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

    Herencia de la Revolución Francesa

POLÍTICA
ECONOMÍA
ORGANIZATIVA
IDEOLÓGICA Y                          CULTURAL
Soberanía nacional
Libertad económica
Tribunales civiles
Laicización.
Constitucionalismo
Protección de la propiedad
Administración territorial nacional
Sistema métrico decimal

Libertades

Igualdad impositiva

Código civil, penal y comercial

Impulso educativo

Separación de poderes





    El arte en el siglo XVIII: el Neoclasicismo y el Romanticismo

    El Neoclasicismo surge en el marco de la difusión de las ideas de la Ilustración y de la Revolución Francesa y como reacción a la sobrecarga decorativa del Barroco inspirado por los descubrimientos arqueológicos de finales del siglo xviii. Se caracterizaba por buscar el equilibrio de la composición, la pureza de las líneas e incorporar elementos y composiciones característicos de las obras de arte griegas y romanas de la Antigüedad, sobre todo en arquitectura, con obras como el Museo Británico en Londres, el Panteón de París, el Museo del Prado en Madrid, y en escultura Antonio Canova. 






    Psique reanimada por el beso del Amor, de Antonio Canova.

    El Romanticismo surgió en Europa hacia 1830 como movimiento intelectual y artístico. Ponía la pasión y los sentimientos por encima de la razón y exaltaba como valor irrenunciable la libertad. En pintura se expresó mediante el movimiento y la luz, con colores brillantes y se eligieron principalmente temas en los que la experiencia vital de sus protagonistas o la propia naturaleza se mostraban con toda su fuerza. Artistas como Delacroix, Géricault, Friedrich, Turner o, en España, Mariano Fortuny, son representativos de esta corriente. 




   Museo Británico, en Londres.





    El mar de hielo, de Caspar David Friedrich

    ¿Qué pasaba en España?


    Durante el siglo XVIII, el desarrollo de la Ilustración española quedó limitado por el absolutismo político confesional de los Borbones. Durante el reinado de Carlos IV (1788-1808), los defensores del Antiguo Régimen intentaron evitar el contagio de lo que estaba pasando en Francia. Pero el eco de la revolución traspasó también los Pirineos. En realidad, la invasión napoleónica de 1808 fue el golpe definitivo que derrumbó un edificio ruinoso, una monarquía erosionada por la descomposición política y moral de la corte, la bancarrota de la Hacienda y la crisis económica y social que asolaba el interior del país.

    La guerra de la Independencia (1808-1812) fue, al mismo tiempo, un conflicto internacional en suelo español (el ejército británico de Wellington), una rebelión patriótica contra los franceses (la «guerrilla») y una lucha política de la mino-ría liberal, que pretendía aprovechar el vacío de poder para derribar el Antiguo Régimen. La Constitución aprobada en Cádiz en 1812 significó el origen de la nación liberal, el punto de partida de la Edad Contemporánea. El regreso al absolutismo de Fernando VII (1814) fue una quimera condenada a fracasar. 





    «Grande hazaña, con muertos», estampa de Los desastres de la guerra, de Goya.

2.2.

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Nueve errores ortográficos y de transcripción
Nota: 0

2.2 La Asamblea Nacional (1789-1798)

   EI 20 de junio de 1789, los delegados de la burguesía se reunieron en Ia sala del Juego de la Pelota (Jeu de Paume) ante el temor de que el rey, que les había impedido la entrada al salón de reuniones, tuviera Ia intención de disolver los Estados Generales. Los representantes del tercer estado juraron no separarse hasta haber aprobado una constitución para toda Ia nación. Los conjurados, con el apoyo de una minoría del clero y de Ia nobleza, declararon Ia apertura de una Asamblea Nacional Constituyente. La actitud recelosa del rey y los movimientos de tropas despertaron el temor a una intervención del ejército. Las voces de protesta de los diputados de la Asamblea encontraron eco en las calles de París. Se repitieron los motines populares contra la carestía del pan y los excesos de las fuerzas encargadas del orden. Y el 14 de julio de 1789, una multitud asaltó los muros de la cárcel donde se confinaba a los presos políticos, un símbolo del absolutismo. La toma de la Bastilla se convirtió en la imagen más conocida de la revolución.

   -La toma de la Bastilla


    LA TOMA DE LA BASTILLA

   El 14 de julio es la Fiesta Nacional de Francia. Ese día de 1789 tuvo lugar la toma de la Bastilla, una cárcel real situada junto a los barrios populares del este de París que simbolizaba Ia opresión de la monarquía absoluta. El detonante de la protesta fue el anuncio de destitución de Necker, el ministro de Hacienda, en quien el pueblo había depositado sus esperanzas de cambio. La multitud protestaba en las calles pidiendo la rebaja del precio del pan. Los amotinados, después de asaltar el Hotel de los Inválidos, un hospital militar al oeste de la ciudad, y apoderarse de miles de fusiles, se lanzaron hacia la Bastilla, al otro lado de la ciudad, en busca de pólvora. Entonces, apenas había prisioneros en sus celdas. Después de varias horas de asedio, el gobernador de la fortaleza mandó abrir las puertas y rindió la guarnición.

   El episodio se convirtió en una gesta heroica protagonizada por el pueblo en armas, el anuncio del fin de las cadenas del Antiguo Régimen y el triunfo de la libertad. Cuando al día siguiente Ia noticia llege al palacio de Versalles, en las afueras de Pan’s, Luis XVI preguntó si lo que había ocurrido era una rebelión. El duque de Rochefoucauld le contestó: «No, señor, no es una rebelión, es una revolución».

   La movilización popular se extendió también a las zonas rurales. Durante la grande peur («el gran miedo»), verano de 1789, se multiplicaron las revueltas antíseñoriales, con asaltos a castillos y quemas de escrituras de propiedad. Las demandas de los campesinos estaban relacionadas con los trabajos de la Asamblea Nacional. En los primeros días de agosto se publicaron los decretos que terminaron con los diezmos, las prestaciones personales y los privilegios jurídicos estamentales. A partir de ese momento, todos los ciudadanos eran iguales a la hora de pagar impuestos. Era la abolición del sistema feudal.

   Antes de terminar el mes de agosto, la Asamblea aprobó un texto muy importante, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, inspirada en la declaración de derechos de Virginia de 1776. El texto consagraba los derechos naturales e imprescriptibles de todos los franceses: libertad de pensamiento y de creencias, igualdad ante la ley, seguridad, propiedad y resistencia a la opresión. También establecía que la soberanía nacional era la expresión de la voluntad general. La presión popular obligó al rey a firmar las leyes que ponían fin al Antiguo Régimen:

   -Las medidas legislativas posteriores que decretaron Ia libertad de comercio e industria.

   -La expropiación de los bienes eclesiásticos (noviembre de 1789) convertidos en bienes nacionales.

   -La disolución de las órdenes monásticas y Ia Constitución Civil del Clero (julio de 1790). A partir de ese momento, los clérigos que juraran fidelidad a la constitución pasaban a depender del Estado. El papa Pío VI condenó las medidas revolucionarias y suspendió a los clérigos que aceptasen la nueva ley.

   Otras medidas tomadas en ese período fueron:

   -La emisión de papel moneda (los billetes llamados «asignados», respaldados por la venta de los bienes nacionales).

   -La Ley Le Chapelier, que prohibía la creación de gremios o asociaciones.

   -Los decretos proteccionistas y de libertad de comercio del grano.

   -La organización territorial del país dividida en departamentos y comunas o ayuntamientos, etc.

   La obra fundamental de la Asamblea Nacional fue Ia elaboración de Ia Constitución de 1791. Francia se convertía en una monarquía constitucional regida por los principios de la soberanía nacional y Ia división de poderes.

   El Gobierno (poder ejecutivo) seguía en manos del rey, que podía ejercer su derecho de veto para bloquear las leyes nacidas de la Asamblea.

   La Asamblea (poder legislativo) estaba formada por los representantes de la nación elegidos por sufragio censitario e indirecto. Tenían derecho de voto los ciudadanos «actives», es decir, los que demostraran un determinado nivel de renta, que representaban un 15 % de la población masculina.

   Los tribunales de justicia (poder judicial) quedaban a cargo de jueces electos independientes.

   La Constitución, aprobada en septiembre de 1791, tenía un carácter bastante moderado. Pero los sectores más revolucionarios pedían cambios políticos más radicales. Uno de los motivos fue el intento de fuga de Luis XVI y de su familia. La residencia del monarca se había trasladado de Versalles, símbolo del absolutismo, al palacio de Las Tullerías, en París. Y de allí huyó disfrazada la familia real el 20 de junio de 1791, siendo descubiertos al día siguiente en Varennes y conducidos de vuelta a París. Antes de partir, el rey había dejado un escrito en palacio revocando todas las medidas de la Asamblea a las que había dado su asentimiento. Al parecer, la huida estaba relacionada con una conspiración que buscaba la intervención de las potencias europeas absolutistas. En octubre de 1791, después de la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones generales, los nuevos diputados electos crearon la Asamblea Legislativa, con una clara división entre los que pretendían detenerla revolución y los que exigían cambios más radicales. Muchos diputados formaban parte de clubes y sociedades, los primeros partidos políticos, que representaban las distintas opiniones e intereses. El Club de los Feuiliants agrupaba a los monárquicos más conservadores. Entre los revolucionarios, los más moderados eran los girondinos, y los más radicales, los jacobinos y los cordeliers, que reclamaban el sufragio universal y la desaparición de la monarquía.

En abril de 1792, en medio de una situación muy conflictiva por la escasez de alimentos y la amenaza contrarrevolucionaria, la Asamblea declaró la guerra a Austria. Y un poco más tarde, el ejército prusiano atravesó la frontera francesa. Ante el temor de un golpe contrarrevolucionario, el 10 de agosto las masas populares. que acusaban al rey de complicidad con los invasores, asaltaron el palacio de las Tullerías. Entre la multitud destacaba el empuje radical de los sans-culottes, trabajadores urbanos que vestían pantalón largo en vez del culotte típico de los acomodados. Comenzó a hacerse popular La Marsellesa, canción que cantaban los voluntarios marselleses que habían llegado a París a defenderla revolución.

  2.3 La Convención (1792-1795)

   En septiembre, después de unas elecciones celebradas por sufragio universal masculino, se creó un nuevo parlamento, la Convención, que abolió la monarquía y proclamó la República. Simultáneamente, tuvo lugar la batalla de Valmy en la que un ejército de ciudadanos franceses expulsó al ejército prusiano del duque de Brunswick, que amenazaba París; en noviembre, una nueva victoria en Jemappes sobre los austríacos aseguró la continuidad de la revolución.

   Uno de los debates más encendidos que enfrentaron a los girondinos, más moderados, con los jacobinos, exaltados (dirigidos por Marat, Danton y Robespierre), fue el proceso abierto al rey. Al final, la presión de los jacobinos consiguió que el monarca fuera juzgado y condenado a muerte por colaboración con el enemigo. En enero de 1793, Luis XVI fue guillotinado. Su ejecución pública conmocionó a las cortes reales europeas y propició la creación de una coalición internacional formada por Austria, Prusia, Gran Bretaña, Holanda y España. La guerra llegó a las fronteras francesas. La Convención decretó la «Ieva en masa» (Levée en masse), el primer ejemplo de...

2.LA REVOLUCIÓN FRANCESA

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Tres faltas de ortografía
Nota: 5


   2. LA REVOLUCIÓN FRANCESA

   La historia de Europa, y la del mundo, no volvió a ser igual después de 1789. Los acontecimientos extraordinarios ocurridos en Francia fueron el principio del fin de un orden social, el del Antiguo Régimen, y el inicio de una nueva edad histórica. Las ideas, el lenguaje y los símbolos de la Revolución Francesa dominaron todo el siglo XIX, una época de profundas transformaciones políticas, económicas y sociales. La extensión de la política parlamentaria y constitucional, la generalización de una sociedad de clases y la imposición del liberalismo económico fueron algunos de los cambios más importantes y constituyen las raíces de nuestras sociedades contemporáneas.

   2.1 Las causas de la revolución.



   Los orígenes de la revolución son una combinación de factores políticos, económicos y sociales que tenían que ver con la estructura del Antiguo Régimen y de problemas y conflictos relacionados con la coyuntura del último cuarto del siglo XVIII. El Estado francés atravesaba una profunda crisis financiera. A los enormes gastos de la corte se sumaban Ias deudas contraídas por Ias continuas guerras, como la que se había sostenido contra Gran Bretaña en favor de la independencia de las colonias norteamericanas (1775-1782). La amenaza de la bancarrota era permanente.
Para abordar esa crítica situación, algunos ministros de Hacienda de la monarquía propusieron una reforma fiscal que obligaba a los estamentos privilegiados a pagar los impuestos. Turgot, Necker y Calonne fracasaron en ese intento. Ni la nobleza ni la Iglesia estaban dispuestas a contribuir a las arcas del Estado. En 1787, la Asamblea de Notables exigió al rey que, si quería plantear un nuevo impuesto, debía convocar a los Estados Generales, institución de origen medieval que no se había reunido desde 1614. Esa rebelión nobiliaria, «Ia revuelta de los privilegiados», creó una crisis política que acabó desembocando en la revolución.

   En enero de 1789, la convocatoria de los Estados Generales coincidió con un período de grave crisis económica. Las malas cosechas de los años anteriores (las inundaciones de 1787 y la acusada sequía de 1788) habían provocado una aguda crisis de subsistencia. El precio del trigo se duplicó y el del pan casi llegó a triplicarse. La carestía provocó también la reducción del consumo de productos artesanales, lo que acentuó aún más Ia crisis de las manufacturas derivada de la competencia de los productos ingleses. Muchos talleres y fábricas tuvieron que cerrar dejando a sus trabajadores en el paro.
   
   La escasez de alimentos básicos y la subida de los precios y el desempleo generaron un descontento creciente en las clases populares. El malestar de la población quedé reflejado en los más de 60 000 cuadernos de quejas (cahiers de doléances) que los representantes del tercer estado reunieron por todo el país para enviar sus peticiones al rey. Los campesinos protestaban contra el pago de los diezmos y los abusos de los derechos feudales, los trabajadores urbanos lo hacían contra la escasez, la carestía, la falta de trabajo y el abandono de las autoridades locales.


   Por otra parte, la burguesía urbana se quejaba de la presión fiscal que soportaba, de las trabas impuestas a la libertad de comercio e industria, de la injusticia de los privilegios nobiliarios y de Ia falta de representación política. Los burgueses pedían garantías de libertades civiles y políticas y una reforma profunda del Estado y de la administración. El eco de las ideas políticas de la Ilustración llegó a escucharse en las primeras sesiones de los Estados Generales, abiertas por el rey Luis XVI, el 5 de mayo de 1789, en el palacio de Versalles. Los delegados del tercer estado reclamaron que no se votara de forma separada por estamentos, como era tradición, sino que cada persona tuviera un voto. De esa manera, pretendían evitar el triunfo de las tesis de los privilegiados, que siempre sumaban dos votos (nobleza y clero) contra uno (burguesía). El tercer estado reclamaba el poder de la mayoría, el principio de la revolución.


   -Cahier de doléances
   
   «2. Pedimos insistentemente que Luis XVI, nuestro buen rey, y sus sucesores en línea directa, reinen como verdaderos monarcas, de acuerdo con las leyes fundamentales de la monarquía y que no se impongan otras trabas a su autoridad que aquellas que puedan impedirles hacer reflejar sobre su pueblo las dulces influencias de su bondad.

   3. Que el tercer estado en la provincia de Bretaña sea representado, tanto en los Estados Generales como en los Estados Provinciales por un número de diputados que iguale el número de los dos primeros órdenes reunidos, los cuales diputados no podrán ser nobles, ni procuradores fiscales ni eclesiásticos; y que en ambos estados se vote por cabeza.

   4. Que el clero y Ia nobleza contribuyan con el tercer estado en la construcción y en la conservación de los caminos con trabajo gratuito (corvée royale).

   5. Que se suprima el sorteo de quintas (…). Este es el único medio de conservar las familias, que son lo más preciado y lo más necesario de la nación.

   7. Que las pensiones y otras gracias que disfruta Ia nobleza no sean en adelante una carga para el tercer estado (...).

   9. Que los derechos feudales sean absolutamente abolidos como derechos odiosos y vejatorios».




 
   Composición de los Estados Generales y Juramento de! Juego de Ia Pelota, de Jacques-Louis David. EI 19 de junio, Luis XVI impidió a los diputados del tercer estado acceder al salón de reuniones en Versalles. Al día siguiente, en la sala del Jeu de Paume, una mayoría de ellos decidió juramentarse para dar a Francia una constitución. Cuando el rey clausuró esta sala, acudieron a la iglesia de San Luis. Después de que se les unieran diputados del clero y algunos nobles, Luis XVI aceptó la situación y el 9 de julio se declaró la apertura de la Asamblea Nacional Constituyente.