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lunes, 30 de abril de 2018

3. Una atormentada evolución política.

Faltaba la etiqueta 0 Tercera evaluación
Más de diez faltas de ortografía
Nota: 0
 

2.2 La época del crecimiento 
         La Gran Depresión de 1929 supuso un descalabro para las economías de la mayoría de los países latinoamericanos. La caída de los precios afectó a muchos de los productos que se portaban; sobre todo se vieron perjudicados el estaño de Bolivia, el cobre de Chile, el azúcar de Cuba y el grano, la lana y la carne de Argentina y Uruguay. Algunos Gobiernos se plantearon la necesidad de crear una industria internacional de transformación que permitiera producir bienes de consumo. Pero necesitaban la financiación extranjera para llevarla a cabo. Ese fue el momento en que la inversión de Estados Unidos comenzó a sustituir a la de Reino Unido.
         Entre 1945 y 1973, la economía de algunos países tuvieron un ritmo de crecimiento económico positivo. A partir de 1945, la mitad de las inversiones exteriores de Estados Unidos se concentraban en Argentina, MéxicoVenezuela, Chile y Brasil.
         La caída de los precios agrícolas a fines de los años 40 produjo la ruina de miles de campesinos que abandonaron sus tierras y emigraron a las ciudades. Esta gran oferta de mano de obra barata, dispuesta a trabajar con salarios 20 veces más bajos que los que se pagaban en los países industrializados, propició la entrada masiva de capital estadounidense en varios países y el inicio de una tímida industrialización de productos de consumo en los sectores textil, de bebidas, alimentación y de construcción. Sin embargo no se instalaron industrias básicas (química, siderurgia, etc.), ni grandes industrias agroalimentarias. 

2.3 El problema de la deuda externa en la década de los 80 
         Los países latinoamericanos, especialmente los más desarrollados, habían solicitado a los países ricos importantes préstamos para financiar infraestructuras políticas y potenciar su incipiente sector industrial. Los intereses financieros se pagaban mediante la exportación de materias primas. A partir de 1981, los precios de estos productos bajaron considerablemente en los mercados internacionales y se redujeron los ingresos, imprescindibles para que los gobiernos pudieran hacer frente a las deudas contraídas. FALTAN UNAS PALABRAS Tuvo importantes repercusiones: aumentó el déficit de la balanza de pagos; se despreciaron las monedas nacionales, lo que se traduce en una elevada inflación, en un empeoramiento de las condiciones de vida y en un creciente desempleo. La dependencia adquirió, entonces, un mercado carácter financiero, mucho más determinante, si cabe, que las dependencias anteriores, basadas en el control directo de las economías nacionales por parte de las grandes compañías multinacionales. De hecho, casi toda la riqueza se convertía en pagar la deuda exterior a los bancos y organismos financieros internacionales.
         Los intereses de la deuda fueron creciendo vertiginosamente y ahogaban la posibilidad de conseguir nuevos créditos. Los países mas endeudados eran, precisamente, aquellos que habían alcanzado un mayor desarrollo industrial, como México, Brasil o Argentina. En agosto de 1982, el gobierno de México advirtió a sus acreedores que no podía pagarla, y en 1987, Brasil planteó la suspensión de los pagos de la deuda hasta que no se llegara un acuerdo con sus principales acreedores. De hecho, los países latinoamericanos emplearon, entre 1983 y 1982, de un 6% a un 10% de su Producto Interior Bruto (PIB) para pagar los intereses de los créditos cedidos por las grandes potencias. Ello supuso un retraso considerable en sus expectativas de desarrollo económico siendo uno de los problemas más graves de su economía en las dos últimas décadas del siglo XX. 


3. Una atormentada evolución política
         La evolución política de América Latina está condicionada por los rasgos de su sociedad y por el carácter dependiente de su economía. La gran variedad de países que componen el continente hace muy difícil cualquier generación. De todos modos, es posible ofrecer una visión de conjunto a esta evoluciónuna época de caudallismogeneralmente populista; un periodo de duras dictaduras militares; un proceso de transición a la democracia hasta el final del siglo XX. 

3.1 La primera mitad del siglo XX: época de “caudillos” y dictadores 
         Desde los tiempos de la colonización se había formado en casi todas las naciones una oligarquía criolla y mestiza que concentraba en sus manos gran parte de la riqueza y el poder político. Junto a ellos el ejército, que, ya desde la independencia, tuvo un protagonismo especial. Los altos mandos pertenecían a las grandes familias, mientras que la tropa solía estar formada por miembros de las clases bajas, que encontraban en la institución militar un medio seguro de subsistencia. La intervención del Ejército en la vida política ha sido constante: ha derrocado presidentes, ha constituido Junta Militar de Gobierno, algunas progresistas. Y la mayoría de las ocasiones, los militares han gobernado dictatorialmente. En la primera mitad del siglo XX se establecieron en muchos países dictadura de tipo personalista. Los dictadores o caudillos" que las presidían imitaban las formas de gobernar de los grandes es cenado y ejercían el poder de forma autocrática, despreciando las reglas democráticas.
         Los dictadores solían ser militares de alta graduación que utilizaban el ejército para perpetuarse en el poder. algunos fueron tristemente famosos por la dura represión política que ejercieron contra toda forma de oposición y algunos fueron tristemente famosos por la dura represión política que ejercieron contra toda forma de oposición y, en pocos casos, también por la estabilidad y el programa de reforma y obra pública que se realizaron en sus respectivos países. Los dictadores de los países de América Central y estaban, en su mayoría, al servicio de los intereses económicos de la United Fruit Company y de otras compañías estadounidenses. Tan solo ColombiaUruguay, chile, Costa Rica y, en parte, Argentina contaron con gobiernos democráticos. Lo demás países vivieron una gran inestabilidad política, con una sucesión de continuo golpes de estado, legislatura interrumpida y cambios constantes de gobierno. 

3.2 La década de los 60 y 70: golpes militares contrarrevolucionarios 
         Desde los años 60, los movimientos revolucionarios se extendieron por América Latina por el influjo de la Revolución Cubana de Fidel castro. Cuba representaba el triunfo de la Revolución socialista, la libertad frente a EE.UU. y un intento de reforma que había logrado dar tierra a los campesinos, educación a los analfabetos y mejorar las condiciones de vida de una gran mayoría de la población. 

¿Qué pasaba en España? 
         España comenzó su relación con América en el siglo XX tratando de superar el desastre colonial de 1898 y la pérdida de sus últimas posesiones coloniales en el hemisferio. La normalización diplomática pronto quedó restablecida por sobre la base de las intensas relaciones económicas y de las corrientes migratorias que hasta los años 30 llevaron a centenares de miles de españoles a instalarse en países latinoamericanos, principalmente en Argentina y Cuba.
         El final de la guerra civil, en 1939, refuerzo esa corriente migratoria con la llegada de 1/25000 exiliados republicanos españoles, que encontraron refugio en todos los países de américa, básicamente en México, Cuba y argentina. Durante el franquismo, bajo la fórmula de la hispanidad, las relaciones con los países americanos (excepto México) fueron una vía de superación del aislamiento internacional del régimen.
         Con el restablecimiento de la democracia en 1977, la relación entre España y América se normalizó por completo y paso a ser una orientación preferente de los gobiernos españoles. En la última década, las grandes empresas españolas que han comprado muchas compañías que los gobiernos han nacionalizado y se han posicionado en los mercados financieros del continente. España FALTA UNA PALABRA en la actualidad uno de los principales universos en la América de habla hispana. 
Resultado de imagen de sede telefonica madrid  Una de las primeras empresas en invertir en América Latina fue Telefónica. En la imagen, su sede central en Madrid

domingo, 22 de abril de 2018

3.3 Fin de siglo XX: dominio de EE.UU.

Falta una palabra
Falta la etiqueta 0 Tercera evaluación. La puso el profesor
Nota: 8

   En  muchos países se organizaron movimientos revolucionarios, que se lanzaron a la lucha armada, llevando a cabo una guerra de guerrillas. La agitación social recorrió el continente como un medio de solucionar los ancestrales problemas Falta una palabra y miseria en que se encontraba gran parte de la población.

    Los inversores extranjeros veían con prevención el proceso revolucionario, que hacía peligrar sus intereses económicos mientras que el Gobierno estadounidense no deseaba que, en plena Guerra Fría, el socialismo se extendiera por el continente americano.

Las dictaduras en América Latina. Los casos de Brasil y Paraguay:

El Brasil de Vargas






   En 1930, un golpe militar acabó con el tradicional régimen político brasileño. Getulio Vargas, prestigioso abogado, fue nombrado presidente de forma interina. Se consolidó en la presidencia y fue concentrado poder, destruyendo el sistema democrático al prohibir todas las organizaciones políticas. En 1937 disolvió el Congreso.

   Cuando accedió al poder, la situación de Brasil era de gran agitación: las revueltas sociales eran constantes y estaban capitalizadas por el partido Comunista; el estado de Sâo Paulo quería separarse, y cobraba fuerza un partido de corte fascista, los Integralistas. En estas circunstancias, estableció un régimen populista, lleno de rasgos fascistas. Llamaba a su régimen <Estado Novo>, y era apoyado por los campesinos, por los trabajadores y por los hombres de negocios, a los que aseguró los máximos beneficios.

   Persiguió al Partido Comunista y mantuvo una contradictoria política internacional: en la Segunda Guerra Mundial, se declaró aliado de EE.UU., pero envió un batallón a Italia  en apoyo del Dulce; mientras, en Brasil, criticaba a los yanquis por imperialistas y les expropiaba sus compañías de petróleo, creando Petrobras, un monopolio estatal de este producto. En 1945, los generales que componían su Estado Mayor, dieron un golpe de Estado y lo derrocaron. Cinco años más tarde volvió al poder al ser elegido democráticamente, gobernando hasta 1954, año en que se suicidó.

La larga dictadura de Stroessner en Paraguay








   Desde finales del siglo XIX, la constante del Paraguay fue el aislamiento internacional y los variados gobiernos de las élites oligárquicas, en ocasiones elegidos en las urnas y otras veces por la fuerza de las armas.

   La inestabilidad política cambió en 1954 con la elección de Alfredo Stroessner, militar de familia de emigrantes alemanes. Desde que asumió la presidencia de la República, fue elegido formalmente en ocho ocasiones.

   Pero, en realidad, la democracia paraguaya era una falsedad, ya que siempre gobernó en estado de excepción y con el apoyo del Ejército.

   Las elecciones eran fraudulentas a pesar de la existencia legal de otros partidos; tan solo el suyo, el Partido Colorado, tenía posibilidades de ganar.
Su dictadura duró treinta y cinco años y se caracterizó por la dura represión a sus adversarios. Desde la Revolución Cubana, su régimen fue claramente aliado de Estados Unidos y profundamente anticomunista.








   Tuvo excelentes relaciones con el dictador Francisco Franco de España y acogió, por sus simpatías con los nazis, a muchos refugiados alemanes con cargos por sus asesinatos en la Segunda Guerra Mundial. Un golpe de Estado, protagonizado por sus propios partidarios, acabó con su mandato.
Con el fin de responder con mayor contundencia al movimiento revolucionario, la década de los setenta se caracterizó por la sucesión de golpes de Estado de nuevo tipo y finalidad. En general, estaban apoyados por los servicios de inteligencia de Estados Unidos; se promovieron las dictaduras militares con la misión de derrotar por las armas a los guerrilleros revolucionarios o los emergentes movimientos comunistas de zonas urbanas industrializadas.

· El caso Chile

En Chile, que había mantenido el sistema democrático, ganó las elecciones de 1970 una coalición de partidos de izquierdas, siendo elegido presidente de la República el socialista Salvador Allende. Las pretensiones del Gobierno de Allende de reforma social, la pérdida de influencia de las élites tradicionales en el Gobierno y la nacionalización de parte de los recursos mineros provocaron una clara intervención de EE.UU. y sus agencias de espionaje.
Tras un sangriento golpe de Estado, el Ejército derrocó a Allende en 1973. Un general, Augusto Pinochet, gobernó dictatoríamente hasta 1990 con la aplicación de políticas económicas neoliberales inspiradas desde los sectores derechistas estadounidenses.

3.3 Fin del siglo XX: dominio de EE.UU.

   A partir de los años ochenta, las juntas militares dieron paso a transiciones democráticas. En América Central, varios movimientos revolucionarios terminaron con el poder de los dictadores en Nicaragua –Movimiento Sandinista- . en Haití y en la República Dominicana. Pero, en otros países, como Guatemala y El Salvador, se produjeron largas y sangrientas guerras civiles, que concluyeron, ya en los años noventa, con la reinstauración de sistemas parlamentarios.

   El cambio político estaba motivado por las nuevas condiciones económicas y por la influencia de Estados Unidos. Los inversores extranjeros preferían invertir en países con estabilidad democrática. La mayoría de los nuevos Gobiernos democráticos aplicaron políticas neoliberales; algunos, como Argentina o Ecuador, renunciaron a su propia divisa y adoptaron el dólar estadounidense como moneda nacional. Una ola de privatizaciones sacudió el continente. Muchas empresas nacionales (servicios, transportes o empresas extractivas) fueron vendidas a las grandes corporaciones internacionales.

   La vuelta a la democracia no acabó con los problemas sociales y políticos: en los años noventa se produjeron importantes levantamientos populares en algunas ciudades; como en Caracas (Venezuela) o en Bogotá (Colombia). Surgieron de nuevo movimientos revolucionarios partidarios de la lucha armada, como en Perú (Sendero Luminoso), México (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), movidos por la desigualdad social y la miseria de gran parte de la población que se acrecentaba con las políticas neoliberales. En otros países, como Colombia, en el que existían movimientos guerrilleros desde los años sesenta, aumentó el número de grupos insurgentes, que han llegado a controlar hasta la actualidad regiones enteras del país.


El neoliberalismo de los años noventa

   En los últimos años de la Guerra Fría, Estados Unidos elaboró unos principios (el Consenso de Washington de 1989) que se convirtieron, en la década de los noventa, en el programa oficial que debía guiar las políticas de los Gobiernos de América Latina. La mayoría de los países siguieron el programa, del que se fueron descolgando los que realizaron un cambio político (Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, etc.).

   Estos principios, que relegaron las políticas sociales y de equilibrio social, eran: reforma fiscal, para buscar bases imponibles amplias para ingresar dineros al fisco y paliar el déficit fiscal; liberalización comercial; apertura de los países a las inversiones extranjeras directas (IED), sin permiso de los Gobiernos afectados; privatizaciones de las empresas en manos del Estado; desregulaciones legales para dejar actuar al mercado; garantía de los derechos de propiedad.

   


   El Consenso de Washington fue una propuesta de desarrollo económico de América Latina basada en principios neoliberales, centrados en la reducción del gasto y de las prestaciones sociales. En la imagen, Vicente Fox (presidente de México) y George Bush (presidente de EE.UU.).

domingo, 15 de abril de 2018

1. Una sociedad desigual

Cuatro faltas de ortografía
Nota: 6

En América Latina vive casi un 10% de la población del planeta debido a su alta tasa de crecimiento demográfico: en la segunda mitad del siglo XX, ha triplicado su población. Una de las características de su población es la variedad étnica, sobre todo en los países andinos, centroamericanos y caribeños. Hay dos grandes potencias demográficas: Brasil y México. La riqueza está muy poco distribuida y, en casi todos los países, hay grandes diferencias sociales.

1 . 1. La variedad étnica

La variedad étnica de América Latina es el resultado de la inmigración de pueblos diversos en el período de la colonización. Se puede hablar de tres Américas:

-América india, que constituye Lin 8% de la población total. Es mayoritaria en Bolivia (62 %) y en Guatemala (41 %), y muy numerosa en Perú (24 %) y en México (15%).

América negra, que procede de los esclavos que llegaron en tiempos de la colonización. Representa un 5% de la población, siendo mayoritaria en Haití (95 %), Barbados, Jamaica, Granada, etc. La población mestiza afrodescendiente es muy numerosa en el norte costero de Brasil, en la República Dominicana y en Cuba.

La América blanca está compuesta por los descendientes de españoles y portugueses (criollos) y de importantes contingentes de emigrantes de otros paises europeos. Suponen el mayor porcentaje de la población en los países del Cono Sur: Chile, Argentina y Uruguay.

La mayor parte de la población es mestiza. generalmente descendiente de blancos, indígenas originarios y de otras múltiples combinaciones. Hay también minorías procedentes de Asia, en especial, chinos y japoneses.

Tras la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo en los años cincuenta, el crecimiento de la población fue espectacular; la mortalidad infantil descendió gracias a la mejora relativa de las condiciones económicas y sanitarias, manteniéndose alta la tasa de natalidad. En 1900, América Latina tenía unos 60 millones de habitantes; en 1940, unos 120 millones; en 1995, 482 millones, y al final de la primera década del siglo XXI, en torno a 600 millones. Más de la mitad de la población vive en Brasil y en México, que junto con Argentina y Colombia constituyen mes del 65% de la población.

Un factor destacable es el gran crecimiento de las ciudades. Las áreas urbanas de $50 Paulo y México D. F. son macrociudades que están entre las cinco mayores del mundo; Río de Janeiro, Buenos Aires o Lima superan los diez millones de habitantes. Pero este crecimiento no se ha hecho de forma planificada. Las ciudades han actuado como focos de atracción para miles de campesinos, que ' han ocupado Ia periferia de los núcleos históricos, en barrios que carecen de las mínimas condiciones de salubridad. Son los llamados ranchos, favelas, pueblos jóvenes, villas miseria o, simplemente, poblados de chabolas.

La emigración hacia los países ricos es uno de los rasgos demográficos característicos. El desarrollo desigual y las escasas oportunidades económicas no permiten ofrecer puestos de trabajo adecuados a los numerosos jóvenes que intentan acceder a ellos. Esto provoca un importante movimiento de emigración a otros países en busca de mejores condiciones de vida. Por esta razón, el número de latinoamericanos que residen en Estados Unidos o en algunos países europeos, en especial en España, es muy elevado.


Como puede comprobarse en el mapa, Brasil y México son los dos gigantes demográficos de América Latina, con 202,8 y 119,7 millones de habitantes, respectivamente. A continuación están Colombia, Argentina, Perú y Venezuela, con una población entre 30 y 50 millones. Hay un tercer grupo mayoritariamente del área centroamericana, junto con Ecuador; Bolivia Chile; Paraguay y Uruguay, con una población entre 3 y 17 millones de habitantes. Los estados con menor población absoluta son los insulares.
El gráfico de evolución de la población en América Latina muestra un crecimiento considerable en la segunda mitad del siglo XX, si bien en los últimos años está siendo menor, como se puede observar en el gráfico de crecimiento medio. La población absoluta seguirá creciendo, pero lo hará' a un ritmo inferior al del siglo XX por el descenso de la tasa de natalidad (24 por mil en  1995, 18 por mil en 2010, con una previsión del 15 por mil para 2025), mientras que la tasa de mortalidad se mantendrá más o menos estable.

4. SIGLO XXI: CONSOLIDACIÓN DEMOCRÁTICA Y AVANCE ECONÓMICO

Siete faltas de ortografía
Nota: 3   

    En la primera década del siglo XXI, la mayor parte de los países latinoamericanos se caracterizan por:



   -El gran crecimiento económico y de mejora de las condiciones sociales de su población.




   -Los países gozan de un régimen político democrático, que releva a sus mandatarios según los periodos que establecen las distintas constituciones de las diferentes países.




   -La llegada al poder, en algunos países, de Gobiernos de izquierdas con políticas de mayor justicia social y disminución de la extrema pobreza.




   -Por último, un componente nacionalista en los Gobiernos, que defienden lo que consideran intereses nacionales, rompiendo la tradicional dependencia y sumisión respecto a las grandes potencias mundiales.




4.1 Crecimiento económico a partir de 2003




    América Latina es una de las regiones que están creciendo con mayor rapidez en el mundo y, pese a una ligera desaceleración desde 2012, se mantiene por encima de la media de la economía global.




    Desde el año 2003, la tasa de crecimiento latinoamericano ha superado el 5% anual, con unos bajos niveles de inflación respecto a los que eran tradicionales en estas economías.
Como factor determinante de este proceso destaca la progresiva actividad exportadora de materias primas y productos agrícolas debida a la gran demanda de China y de otras economías de la zona Asia-Pacífico.



    En la última década se ha producido una mayor distribución de la riqueza, con políticas que producen sensibles mejoras en la sociedad:



   -Reducción de la tasa de paro.



   -Aumento de los salarios.




   -Mejoras en servicios sociales.




   -Cambios sustanciales en el derecho a la educación.





    En países como Brasil o Ecuador, los avances en la disminución de la pobreza y la indigencia son espectaculares.




    En general, desde 2002, la pobreza; que afectaba el 44% de la población latinoamericana, se ha reducido, en 8 años, a un 30%. Pero todavía hay 182 millones de personas que viven en condiciones de pobreza.





    Estos resultados pueden atribuirse a la aplicación de políticas prudentes en lo económico, a las importantes reformas estructurales y, sobre todo, a las políticas públicas que llevan a cabo la mayoría de los Gobiernos.







 4.2 Gobiernos nacionalistas y de izquierdas





    En países como Ecuador, Bolivia, Uruguay, Brasil, Argentina, Venezuela, Paraguay, Nicaragua y Costa Rica, sus Gobiernos cambiaron de rumbo, han dado un <<giro a las izquierdas>>.En México y en Perú, aunque por márgenes estrechos, la izquierda perdió las elecciones.





Argentina, Chile y Uruguay



     Estos países FALTA UNA PALABRA elegido a gobernantes que pese a sus diferencias, han optado por aprovechar el crecimiento para hacer políticas radicales de distribución de la riqueza.





Brasil




    Es la principal potencia latinoamericana. Con los presidentes de izquierdas Lula da Silva (2002-2010) y Dilma Roussef (elegida en 2010 y reelegida en 2014), Brasil ha vivido un periodo de profunda transformación: un importante crecimiento económico; una espectacular política de reducción de la pobreza; un impulso a las obras públicas y sustanciales mejoras en educación y sanidad.





Ecuador




    Se ha consolidado en el poder el partido progresista Alianza París, dirigido por el economista Rafael Correa que se mantiene en el poder desde 2006 y que en las elecciones de 2013 alcanzo, en la primera vuelta, el 57% de los votos. Su política se denomina <<revolución ciudadana Avanza>> , un plan que está transformado las estructuras educativas , judiciales y de la Administración, y está creando modernas infraestructuras. El país ha crecido en los últimos 8 años más de un 5,5% anual (solo superado por Perú FALTA UNA PALABRA un 7%), potenciando sectores como la electricidad, la extracción de hidrocarburos y la minería.




Colombia y Perú




    Otros ejemplos parecidos de transformación, aunque con distintos colores políticos, son los de Colombia y Perú, en los que se están produciendo una gran modernización del país y un crecimiento económico considerable.





Venezuela





    Un caso diferente es el de Venezuela. Desde 1998 gobierna un partido de izquierda, simpatizante con la Revolución Cubana y que ha provocado una grave división política del país. El militar Hugo Chávez yo la presidencia hasta su fallecimiento en 2013, siendo sustituido, tras unas elecciones presidenciales, por el que era su vicepresidente, Nicolás Maduro. Pero pese a las importantes políticas de redistribución de la riqueza, sobre todo petrolera, los niveles de crecimiento están estancados.











La economía de América Latina en la actualidad.
























    La economía de América Latina y el Caribe ha experimentado un retroceso a partir de 2009 debido a la crisis económica en Estados Unidos y la Unión Europea.




    Sin embargo, la lenta recuperación en Estados Unidos está suponiendo un estímulo económico para Centroamérica, el Caribe y México, gracias al aumento de las exportaciones.




    Por suerte, la desaceleración de China ha afectado más a los países de América del Sur, caracterizados por la exportación de recursos naturales.




    Mercosur y la Alianza del Pacífico son las dos organizaciones económicas a las que pertenece la mayor parte de los países de América Latina.