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El profesor ya explicó varias veces que teníais que buscar las imágenes y no escanearlas del texto
Nueve errores ortográficos y de transcripción
Nota: 0
2.2 La Asamblea Nacional (1789-1798)
EI 20 de junio de 1789, los delegados de la burguesía se
reunieron en Ia sala del Juego de la Pelota (Jeu de Paume) ante el temor de que
el rey, que les había impedido la entrada al salón de reuniones, tuviera Ia
intención de disolver los Estados Generales. Los representantes del tercer
estado juraron no separarse hasta haber aprobado una constitución para toda Ia nación.
Los conjurados, con el apoyo de una minoría del clero y de Ia nobleza,
declararon Ia apertura de una Asamblea Nacional Constituyente. La actitud
recelosa del rey y los movimientos de tropas despertaron el temor a una
intervención del ejército. Las voces de protesta de los diputados de la
Asamblea encontraron eco en las calles de París. Se repitieron los motines populares
contra la carestía del pan y los excesos de las fuerzas encargadas del orden. Y
el 14 de julio de 1789, una multitud asaltó los muros de la cárcel donde se
confinaba a los presos políticos, un símbolo del absolutismo. La toma de la
Bastilla se convirtió en la imagen más conocida de la revolución.
-La toma de la Bastilla
LA TOMA DE LA BASTILLA
El 14 de julio es la Fiesta Nacional de Francia. Ese día de
1789 tuvo lugar la toma de la Bastilla, una cárcel real situada junto a los
barrios populares del este de París que simbolizaba Ia opresión de la monarquía
absoluta. El detonante de la protesta fue el anuncio de destitución de Necker,
el ministro de Hacienda, en quien el pueblo había depositado sus esperanzas de
cambio. La multitud protestaba en las calles pidiendo la rebaja del precio del
pan. Los amotinados, después de asaltar el Hotel de los Inválidos, un hospital
militar al oeste de la ciudad, y apoderarse de miles de fusiles, se lanzaron
hacia la Bastilla, al otro lado de la ciudad, en busca de pólvora. Entonces,
apenas había prisioneros en sus celdas. Después de varias horas de asedio, el
gobernador de la fortaleza mandó abrir las puertas y rindió la guarnición.
El episodio se convirtió en una gesta heroica protagonizada
por el pueblo en armas, el anuncio del fin de las cadenas del Antiguo Régimen y
el triunfo de la libertad. Cuando al día siguiente Ia noticia llege al palacio
de Versalles, en las afueras de Pan’s, Luis XVI preguntó si lo que había
ocurrido era una rebelión. El duque de Rochefoucauld le contestó: «No, señor,
no es una rebelión, es una revolución».
La movilización popular se extendió también a las zonas
rurales. Durante la grande peur («el gran miedo»), verano de 1789, se
multiplicaron las revueltas antíseñoriales, con asaltos a castillos y quemas de
escrituras de propiedad. Las demandas de los campesinos estaban relacionadas
con los trabajos de la Asamblea Nacional. En los primeros días de agosto se
publicaron los decretos que terminaron con los diezmos, las prestaciones
personales y los privilegios jurídicos estamentales. A partir de ese momento,
todos los ciudadanos eran iguales a la hora de pagar impuestos. Era la
abolición del sistema feudal.
Antes de terminar el mes de agosto, la Asamblea aprobó un
texto muy importante, la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, inspirada en la declaración de derechos de Virginia de 1776. El
texto consagraba los derechos naturales e imprescriptibles de todos los
franceses: libertad de pensamiento y de creencias, igualdad ante la ley,
seguridad, propiedad y resistencia a la opresión. También establecía que la
soberanía nacional era la expresión de la voluntad general. La presión popular
obligó al rey a firmar las leyes que ponían fin al Antiguo Régimen:
-Las medidas legislativas posteriores que decretaron Ia
libertad de comercio e industria.
-La expropiación de los bienes eclesiásticos (noviembre de
1789) convertidos en bienes nacionales.
-La disolución de las órdenes monásticas y Ia Constitución
Civil del Clero (julio de 1790). A partir de ese momento, los clérigos que
juraran fidelidad a la constitución pasaban a depender del Estado. El papa Pío
VI condenó las medidas revolucionarias y suspendió a los clérigos que aceptasen
la nueva ley.
Otras medidas tomadas en ese período fueron:
-La emisión de papel moneda (los billetes llamados
«asignados», respaldados por la venta de los bienes nacionales).
-La Ley Le Chapelier, que prohibía la creación de gremios o
asociaciones.
-Los decretos proteccionistas y de libertad de comercio del
grano.
-La organización territorial del país dividida en
departamentos y comunas o ayuntamientos, etc.
La obra fundamental de la Asamblea Nacional fue Ia
elaboración de Ia Constitución de 1791. Francia se convertía en una monarquía
constitucional regida por los principios de la soberanía nacional y Ia división
de poderes.
El Gobierno
(poder ejecutivo) seguía en manos del rey, que podía ejercer su derecho de veto
para bloquear las leyes nacidas de la Asamblea.
La Asamblea
(poder legislativo) estaba formada por los representantes de la nación elegidos
por sufragio censitario e indirecto. Tenían derecho de voto los ciudadanos
«actives», es decir, los que demostraran un determinado nivel de renta, que
representaban un 15 % de la población masculina.
Los tribunales de
justicia (poder judicial) quedaban a cargo de jueces electos
independientes.
La Constitución, aprobada en septiembre de 1791, tenía un
carácter bastante moderado. Pero los sectores más revolucionarios pedían
cambios políticos más radicales. Uno de los motivos fue el intento de fuga de
Luis XVI y de su familia. La residencia del monarca se había trasladado de
Versalles, símbolo del absolutismo, al palacio de Las Tullerías, en París. Y de
allí huyó disfrazada la familia real el 20 de junio de 1791, siendo
descubiertos al día siguiente en Varennes y conducidos de vuelta a París. Antes
de partir, el rey había dejado un escrito en palacio revocando todas las
medidas de la Asamblea a las que había dado su asentimiento. Al parecer, la
huida estaba relacionada con una conspiración que buscaba la intervención de
las potencias europeas absolutistas. En octubre de 1791, después de la
disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones generales,
los nuevos diputados electos crearon la Asamblea Legislativa, con una clara
división entre los que pretendían detenerla revolución y los que exigían
cambios más radicales. Muchos diputados formaban parte de clubes y sociedades,
los primeros partidos políticos, que representaban las distintas opiniones e
intereses. El Club de los Feuiliants agrupaba a los monárquicos más
conservadores. Entre los revolucionarios, los más moderados eran los girondinos,
y los más radicales, los jacobinos y los cordeliers, que reclamaban el sufragio
universal y la desaparición de la monarquía.
En abril de 1792, en medio de una situación muy conflictiva
por la escasez de alimentos y la amenaza contrarrevolucionaria, la Asamblea
declaró la guerra a Austria. Y un poco más tarde, el ejército prusiano atravesó
la frontera francesa. Ante el temor de un golpe contrarrevolucionario, el 10 de
agosto las masas populares. que acusaban al rey de complicidad con los
invasores, asaltaron el palacio de las Tullerías. Entre la multitud destacaba
el empuje radical de los sans-culottes, trabajadores urbanos que vestían
pantalón largo en vez del culotte típico de los acomodados. Comenzó a hacerse
popular La Marsellesa, canción que cantaban los voluntarios marselleses que
habían llegado a París a defenderla revolución.
2.3 La Convención (1792-1795)
En septiembre, después de unas elecciones celebradas por
sufragio universal masculino, se creó un nuevo parlamento, la Convención, que
abolió la monarquía y proclamó la República. Simultáneamente, tuvo lugar la
batalla de Valmy en la que un ejército de ciudadanos franceses expulsó al
ejército prusiano del duque de Brunswick, que amenazaba París; en noviembre,
una nueva victoria en Jemappes sobre los austríacos aseguró la continuidad de
la revolución.
Uno de los debates más encendidos que enfrentaron a los
girondinos, más moderados, con los jacobinos, exaltados (dirigidos por Marat,
Danton y Robespierre), fue el proceso abierto al rey. Al final, la presión de
los jacobinos consiguió que el monarca fuera juzgado y condenado a muerte por
colaboración con el enemigo. En enero de 1793, Luis XVI fue guillotinado. Su
ejecución pública conmocionó a las cortes reales europeas y propició la
creación de una coalición internacional formada por Austria, Prusia, Gran
Bretaña, Holanda y España. La guerra llegó a las fronteras francesas. La
Convención decretó la «Ieva en masa» (Levée en masse), el primer ejemplo de...