7.3 Las consecuencias de la
independencia
Las consecuencias
para España fueron desastrosas:
- - España
perdió su hegemonía sobre América Latina.
- - La
pérdida de las colonias americanas le restó prestigio y poder internacional;
acabó convirtiéndose en una potencia de segundo orden.
- - La
economía española se resintió, en especial las manufacturas catalanas, al perder
el dominio comercial que tenía sobre las colonias americanas, pero también la
Corona, que dejó de percibir las cuantiosas riquezas que llegaban de América (metales
preciosos, productos coloniales, impuestos…)
Las consecuencias
para los nuevos países americanos fueron otras:
- - La
burguesía criolla alcanzó el poder político y económico que tanto había
deseado.
- - Las
nuevas naciones surgieron (Venezuela, Argentina, México, etc.) se convirtieron
en repúblicas independentistas.
- - La
mayoría de las nuevas repúblicas pasaron a estar bajo la influencia del Reino
Unido, hasta que en 1823 el presidente norteamericano, Monroe, aplicó su lema América para los americanos (Doctrina
Monroe) y, poco a poco, a lo largo del siglo XIX, los Estados Unidos fueron
imponiendo su dominio sobre los países latinoamericanos.
- - El
establecimiento del libre comercio empobreció a muchas naciones que no pudieron
competir con los productos europeos y norteamericanos.
8. El Romanticismo
El Romanticismo
fue un movimiento cultural (música, literatura) y artístico (pintura,
escultura, arquitectura…) que se desarrolló en Europa durante la primera mitad del siglo XIX. Los principales
rasgos del Romanticismo fueron:
- - Libertad creadora para el artista. De esta forma, el Romanticismo
coincidía con las demandas del liberalismo.
- - Manifestación del sentimiento. Lo importante para el artista era
transmitir sus emociones, fiel reflejo de su alma.
- - Exaltación de su pasado nacional. En las poblaciones sometidas por
Napoleón se habían desarrollado sentimientos nacionalistas que buscaron sus
raíces en el pasado, especialmente en la Edad Media. Los artistas del
Romanticismo expresaron en sus obras el sentir de sus respectivos pueblos.
La arquitectura
del Romanticismo, también conocida como historicismos, buscaba la exaltación
del pasado nacional e imitó al arte
gótico, lo que originó el estilo neogótico. Un buen ejemplo es el edificio
del Parlamento de Londres, de Charles
Barry.
La escultura
reflejaba el sentir de los pueblos en su lucha por conseguir las libertades y
la independencia. Este dramatismo se transmitió a través del movimiento. Entre
los principales escultores sobresalió François
Rude, que realizó el relieve La Marsellesa del Arco de la Estrella (París).
La pintura
romántica retrató de forma idealizada las situaciones de angustia, muerte o
exaltación política de su época. Se utilizaron colores cálidos (rojo, tierra…)
y la representación del movimiento. Los autores más representativos fueron Théodore Géricault (la balsa de la Medusa) y Eugène Delacroix (La Libertad guiando al pueblo). Durante el Romanticismo, el paisaje
se convirtió en protagonista de la pintura. Destacaron Gaspar David Friedrich, con paisajes simbólicos como El mar de hielo, John Constable y William Turner
(Lluvia, vapor y velocidad) que
captaron los cambios atmosféricos (lluvia, arco iris…).
El Romanticismo en España
El Romanticismo
español se desarrolló de forma tardía, a finales del siglo XIX y
principios del siglo XX. En arquitectura
se creó el estilo neomudéjar, reflejo del arte mudéjar de la Edad Media, como
el Gran Teatro Falla (Cádiz). También se construyeron plazas de toros como la Monumental, en Barcelona, o en la plaza de
las ventas, en Madrid. La pintura
reflejó hechos históricos y tradiciones populares. Destacó el autor Antonio Gisbert con obras de temática
histórica (Amadeo I ante el cadáver de
Prim).
El Parlamento de Londres, de Charles Barry
La balsa de la Medusa, de Théodore Géricault
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