lunes, 16 de octubre de 2017

Bloque 2. La era de las revoluciones liberales

CUIDADO, ESTA ES UNA NUEVA REDACCIÓN

 Contenidos
  Las revoluciones burguesas en el siglo XVIII.
  La Revolución francesa.
 Las revoluciones liberales y la Restauración en el siglo XIX en Europa y América: procesos unificadores e independentistas. Los nacionalismos.

 Criterios de evaluación
 1. Identificar los principales hechos de las revoluciones burguesas en Estados Unidos, Francia y España e Iberoamérica.
 2. Comprender el alcance y las limitaciones de los procesos revolucionarios del siglo XVIII.
 3. Identificar los principales hechos de las revoluciones liberales en Europa y en América.
 4. Comprobar el alcance y las limitaciones de los procesos revolucionarios de la primera mitad del siglo XIX.

 Estándares de aprendizaje evaluables
 1.1. Redacta una narrativa sintética con los principales hechos de alguna de las revoluciones burguesas del siglo XVIII, acudiendo a explicaciones causales, sopesando los pros y los contras.
 2.1. Discute las implicaciones de la violencia con diversos tipos de fuentes.
 3.1. Redacta una narrativa sintética con los principales hechos de alguna de las revoluciones burguesas de la primera mitad del siglo XIX, acudiendo a explicaciones causales, sopesando los pros y los contras.
 4.1. Sopesa las razones de los revolucionarios para actuar como lo hicieron.
 4.2. Reconoce, mediante el análisis de fuentes de diversa época, el valor de las mismas no sólo como información, sino también como evidencia para los historiadores.



I.         INTRODUCCIÓN

El estallido de la Revolución Francesa en 1789 significó el comienzo de la Edad Contemporánea (1789-actualidad).

En el siglo XVIII, antes de que empezase la Revolución Francesa, los déspotas ilustrados fracasaron en realizar las transformaciones políticas, económicas y sociales que los pensadores de la Ilustración habían propuesto durante ese siglo. Desde 1789 en adelante estos cambios fueron impuestos de manera violenta por revolucionarios, contra los deseos de los monarcas.

Una revolución política acabó con el Antiguo Régimen en Francia. A continuación, los revolucionarios realizaron varias reformas influidos por las ideas de la Ilustración estableciendo el nuevo régimen o sistema liberal.

Desde 1799, Napoleón Bonaparte fue gobernante de Francia e invadió varios países de Europa, donde impuso las ideas revolucionarias. Los revolucionarios transformaron la vida cotidiana de la población, introduciendo nuevos usos y costumbres.

La Revolución Francesa marcó la llegada de una nueva era, que simbolizó el famoso lema: “Libertad, igualdad y fraternidad”.


En 1814, las potencias absolutistas derrotaron a Napoleón y restauraron la monarquía absoluta y el Antiguo Régimen en Europa.

Alguna gente se opuso a esa política reaccionaria y demandó los mismos derechos y libertades ya que habían ganado durante la Revolución Francesa. Como resultado de lo anterior, el siglo XIX, desde 1815 a 1871, estuvo caracterizado por continuas revueltas y por revoluciones liberales inspiradas en la Revolución Francesa que finalmente llevaron a cambios políticos y sociales y al triunfo de las ideas liberales en Europa.

Durante el siglo XIX Norteamérica y Sudamérica evolucionaron de modos muy diferentes. Mientras los Estados Unidos expandían sus fronteras para incluir nuevos territorios en el Oeste, las colonias españolas en América Central y del Sur consiguieron su independencia y llegaron a ser estados soberanos.

Las transformaciones culturales en el arte y la arquitectura reflejaron estos cambios políticos. Se desarrolló un nuevo estilo artístico llamado Romanticismo, que centraba su atención en la emoción, la creatividad, la libertad individual y el orgullo nacional.

II.      LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

La Revolución Francesa fue una etapa de cambio político y social violento, que vio la abolición de la monarquía absoluta y el fin de la sociedad estamental propias del Antiguo Régimen.

Las causas de la Revolución Francesa fueron de dos tipos:

Las causas estructurales (estaban relacionadas con la misma existencia del Antiguo Régimen)
Causas económicas: La población campesina estaba descontenta por la gran cantidad de impuestos que debían pagar al rey, a la nobleza y al clero, impuestos que aumentaron durante el siglo XVIII. Los burgueses estaban descontentos por los límites que el sistema señorial ponía a la compraventa tierras (manos muertas, mayorazgos…). Los burgueses también estaban en contra de la intervención del estado en la economía (monopolios, compañías privilegiadas...). Además todos los miembros del Tercer Estado rechazaban que los estamentos privilegiados no pagasen impuestos. Por su parte la aristocracia y el clero tenían problemas económicos pues sus ingresos no cubrían sus elevados gastos.
Causas sociales: La burguesía se había enriquecido durante el siglo XVIII, sobre todo gracias al comercio marítimo, pero, al pertenecer al Tercer Estado y carecer de privilegios, los burgueses no podían ocupar cargos públicos y no participaban en la toma de decisiones políticas. Aunque eran el grupo social que más aportaba a la creación de riqueza los reyes no contaban con ellos para gobernar, al contrario que en Gran Bretaña donde la burguesía estaba representada en la Cámara de los Comunes.
Causas ideológicas: La burguesía francesa estaba muy influida por las ideas de la Ilustración e intentaba ponerlas en práctica. Por ejemplo, los burgueses demandaban que todos los súbditos del rey de Francia fueran libres e iguales ante la ley. Además la creación de los Estados Unidos como una república liberal, acontecimiento conocido en toda Europa, era un ejemplo de que podía romperse con el Antiguo Régimen.

Las causas circunstanciales (son las condiciones de un momento concreto que producen el estallido revolucionario)
Causas económicas: La causa que llevo al comienzo de la Revolución Francesa fue la crisis de subsistencia; en los años anteriores al inicio de la revolución hubo malas cosechas y, en consecuencia, los precios de los alimentos eran muy altos en las ciudades, con lo que el hambre afectaba tanto a los campesinos como a la mayoría de los habitantes de las ciudades. La pequeña burguesía (artesanos y comerciantes modestos) sufría dificultades económicas a causa de la crisis de subsistencia, del aumento de los impuestos para pagar la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, y de la creciente competencia comercial de los productos ingleses, pues la industria británica se comenzaba a mecanizar en ese momento produciendo bienes más baratos que los franceses. A la crisis de subsistencia se unió una crisis financiera, causada por el endeudamiento del Estado por los altos gastos militares y de la corte. La monarquía francesa estaba en bancarrota –arruinada- por sus excesivos gastos. En las décadas anteriores a la Revolución Francesa los reyes de Francia tuvieron que pedir préstamos para poder participar en la Guerra de los Siete Años y en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Además la familia real gastaba grandes cantidades de dinero en palacios, bienes de lujo y fiestas muy lujosas. Para mejorar las finanzas del país, el ministro Calonne propuso en 1787 que aumentarán los impuestos y que los estamentos privilegiados (nobleza y clero) pagaran impuestos como el resto de la población.
Causas políticas: La nobleza y el clero se negaron a pagar el nuevo impuesto propuesto por Calonne. Los estamentos privilegiados temían perder sus privilegios frente al absolutismo real. El rey no se atrevió a forzarlos a obedecerle y acabó convocando los Estados Generales.
Causas sociales: La clase media (burguesía) y el campesinado estaban irritados por el lujoso estilo de vida de la familia real y de la corte que gastaba parte de los ingresos del Estado en fiestas y bienes de lujo, lo que era criticado por los escritores ilustrados, como se vio en el asunto del collar de la reina en 1785.


III.   LAS ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

A.      LA CONVOCATORIA DE LOS ESTADOS GENERALES Y LA ASAMBLEA NACIONAL (1789)

Hasta 1789 el rey Luis XVI [1774-1792] gobernó Francia como monarca absoluto. En 1778 Francia intervino en la Guerra de independencia de los Estados Unidos a favor de los rebeldes. Los gastos de este conflicto, más los heredados de la Guerra de los Siete Años, arruinaron al estado francés. A ello se unió una serie de malas cosechas. Como consecuencia de la crisis de subsistencia y de las deudas acumuladas varios ministros propusieron al rey como solución hacer pagar también impuestos a los estamentos privilegiados: el clero y la nobleza. Ante la oposición de ambos grupos Luis XVI se vio obligado a convocar los Estados Generales. En esta asamblea estaban representados los tres estamentos del reino de Francia y ella debería ayudar al rey a solucionar sus problemas económicos.

El clero (el Primer Estado) y la nobleza (el Segundo Estado) tenían 300 representantes cada uno en los Estados Generales y cada grupo poseía un voto. En contraste, la clase media y el campesinado (el Tercer Estado) tenían 600 representantes y un único voto.

Cuando en 1789 se reunieron los Estados Generales, el Tercer Estado propuso el voto por persona. Pero el monarca y parte de la nobleza no aceptaron la propuesta. En respuesta a lo anterior los representantes del Tercer Estado se proclamaron a sí mismos Asamblea Nacional, es decir encarnación de la voluntad de Francia. Este acto supuso el inicio de la revolución pues Francia se convertía en una monarquía parlamentaria, donde el rey había perdido su poder absoluto y debía compartirlo con la Asamblea Nacional.

 Ante esta situación el rey impidió a los diputados del Tercer Estado acceder a su sala de reuniones.


B.       LOS PROTAGONISTAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA



La Revolución Francesa va a vivir distintas etapas con diferentes gobiernos y varias constituciones. Esto se debió a los diferentes grupos sociales que participaron en ella.

La nobleza y el clero se dividieron al comienzo de la revolución. Mientras la aristocracia y el alto clero se opusieron desde el principio a todos los cambios (los llamados realistas), otra parte de la nobleza y del bajo clero colaboraron con la revolución en sus etapas iniciales. Estos nobles y clérigos revolucionarios estaban a favor de una constitución en la que se estableciese la división de poderes, pero manteniendo al rey como jefe del poder ejecutivo por eso fueron llamados monárquicos constitucionalistas (Feuillants). Ellos fueron los que dirigieron las primeras etapas de la Revolución.

Los burgueses de París y otras ciudades francesas van a dirigir la revolución, pero desde diferentes puntos de vista:

·      Por un lado estaba la burguesía conservadora o moderada formada por los burgueses más ricos (comerciantes, banqueros, industriales…) favorables a unos cambios limitados del Antiguo Régimen (derechos individuales, constitución, separación de poderes), pero manteniendo al rey como poder ejecutivo encargado del gobierno, limitando el derecho a voto a una minoría de ricos (sufragio censitario o restringido), y manteniendo la desigualdad en la riqueza aunque todos los ciudadanos franceses fueron iguales ante la ley y los impuestos. Esta burguesía conservadora formaría el gobierno del Directorio.

·      Por otro lado estaba la burguesía radical formada por miembros de la pequeña burguesía (médicos, abogados, pequeños comerciantes…) que querían un régimen republicano (sin rey), con voto democrático y leyes que ayudasen a los ciudadanos más pobres (control de precios, asistencia a viudas y huérfanos…).

La burguesía radical recibió el apoyo de los sans-culottes de París, que eran los trabajadores urbanos de los gremios y de los negocios pequeños.

La mayoría de los franceses durante la Revolución Francesa eran campesinos que, cuando ésta comenzó, consiguieron apoderarse de las tierras de los señores feudales y pagar menos impuestos, de manera que durante toda la Revolución van a apoyar a cualquier gobierno que les permita conservar lo que habían conseguido. En algunas regiones de Francia (Vendée), donde los campesinos convivían en armonía con la nobleza durante el Antiguo Régimen, la Revolución Francesa no supuso ninguna ventaja sino un empeoramiento de sus vidas al implantarse el servicio militar obligatorio. Por eso durante la etapa de la Convención se produjeron varias revueltas campesinas en contra de la Revolución.




D.      LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA O CONSTITUCIONAL (1789-1792)


1.        LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (1789-1791)

Cuando el rey Luis XVI intentó que la Asamblea Nacional no se reuniera cerrando la sala que usaba, los integrantes del Tercer Estado se reunieron en una habitación del Palacio de Versalles reservada para el Juego de Pelota y allí juraron no separarse ni irse hasta que hubiesen elaborado una constitución para Francia que reflejara la voluntad de la mayoría de los franceses. Así fue como los diputados del Tercer Estado pasaron de ser Asamblea Nacional a Asamblea Nacional Constituyente.

El pueblo de París apoyó a los representantes del Tercer Estado y el 14 de julio de 1789 tomó la Bastilla, fortaleza y cárcel de París donde eran encerrados los presos políticos. De allí obtuvo armas con las que se armó una Guardia Nacional, una milicia formada por burgueses que apoyaría a la asamblea revolucionaria.

Mientras esos acontecimientos sucedían en París, durante el verano de 1789, estalló una gran rebelión campesina que abarcó todo el territorio de Francia y que fue conocida como el Gran Miedo (la Grande Peur). Los campesinos franceses estaban descontentos desde hacía meses a causa de las malas cosechas que estaban produciendo hambre. Mientras sucedían los acontecimientos de París se extendió por la campiña francesa el rumor de que había una conspiración de los aristócratas para matar de hambre a la población. En respuesta a lo anterior los campesinos se armaron y atacaron los castillos y las residencias de los señores destruyendo la documentación donde estaban recogidos los derechos señoriales.

Ante estos hechos, la Asamblea Nacional tomó en agosto dos medidas importantes: abolió los privilegios feudales y promulgó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.

El efecto a largo plazo del Gran Miedo fue que la mayoría de los franceses, que eran campesinos, apoyaron los cambios que trajo la Revolución. Al abolirse los privilegios feudales muchos agricultores pagaron menos impuestos e incluso en algún caso casi dejaron de pagarlos pues muchos nobles franceses huyeron del país ante la violencia mostrada. Estos nobles expatriados, los “emigrados”, conspirarían con los reyes absolutos de Europa para acabar con la Revolución.

A lo largo de 1789 y 1790 la Asamblea Constituyente fue aprobando leyes que acababan con el Antiguo Régimen mientras redactaban una constitución. Una de las leyes más importantes de la Asamblea Constituyente fue la Constitución Civil del Clero de julio de 1790. Esta ley pretendía eliminar la situación de privilegio de la Iglesia en Francia y someterla al poder del gobierno revolucionario. La Constitución Civil del Clero establecía:

·      la eliminación del diezmo, otro impuesto que dejaron de pagar los campesinos franceses y que aumentó su apoyo a la revolución.

·      la disolución de las órdenes religiosas que no tuvieran utilidad (como la enseñanza o la asistencia social)

·      la nacionalización de las propiedades de la Iglesia (tierras, edificios...). La Asamblea Constituyente aprobó esto por dos razones:

ü En 1790 el 20 o 25 % de las tierras de Francia pertenecían a la Iglesia, y la Asamblea opinaba que estaban mal aprovechadas.

ü El gobierno revolucionario estaba casi en bancarrota, apenas le quedaba dinero para pagar a los funcionarios y para devolver los préstamos anteriores. Al administrar las que fueron tierras de la Iglesia el estado francés vería aumentar sus ingresos.

·      la obediencia de los sacerdotes y obispos al gobierno revolucionario. Para poder acceder a los puestos de sacerdote u obispo se debía hacer un juramento de lealtad. A cambio el estado francés, con sus nuevos ingresos, les pagaría un sueldo.


En 1791 se promulgó la constitución, que resumía los principios del liberalismo: separación de poderes, soberanía nacional, igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y ante los impuestos. Sin embargo se establecía el sufragio censitario pues los ciudadanos fueron divididos en dos grupos:

·      Ciudadanos activos: Poseían riquezas y tenían derecho a votar. Eran los antiguos privilegiados y la alta burguesía.

·      Ciudadanos pasivos: Eran los franceses menos acaudalados. No tenían derecho a voto porque pagaban poco de impuestos.


También se hicieron otras reformas: Se prohibió la tortura judicial y se creó un nuevo ejército, la Guardia Nacional, que era fiel a la Revolución.

Con estas reformas los burgueses obtenían ventajas económicas y políticas. Sin embargo hubo dos grandes sectores descontentos:

·      La nobleza y el clero, que querían recuperar los privilegios que habían perdido.

·      Los sans-culottes, trabajadores urbanos que formaron milicias y que deseaban conseguir mejoras sociales y proclamar una república.


 En junio de 1791 el rey y su familia intentaron huir de Francia en secreto y pedir ayuda a las monarquías absolutistas europeas, pero fueron detenidos en el pueblo de Varennes y tuvieron que regresar a París.


2.    LA ASAMBLEA LEGISLATIVA (OCTUBRE 1791- SEPTIEMBRE 1792)

Tras la aprobación de la Constitución de 1791 se realizaron elecciones en Francia siguiendo el sufragio censitario y se eligió una nueva asamblea totalmente nueva, pues los antiguos diputados no podían volver a ser elegidos.

La Asamblea Legislativa debería haber desarrollado la Constitución de 1791 mediante leyes pero Luis XVI se opuso a nuevas reformas. Los dos grupos políticos principales en esta etapa de la revolución francesa fueron:

·      Los monárquicos constitucionalistas llamados Feuillants; diputados que procedían de la burguesía más rica y querían mantener el poder del rey según la Constitución de 1791. Para ellos la revolución ya había alcanzado sus límites.

·      Los diputados que pertenecían al club de los jacobinos; procedían de la pequeña burguesía, estaban a favor de medidas democráticas y desconfiaban del rey tras la fuga de Varennes. Dentro del club de los jacobinos estaban incluidos los girondinos.

·      Los diputados que no tenían ideas políticas definidas eran llamados la Llanura.


En abril de 1792 la Asamblea Nacional declaró la guerra al emperador austríaco, hermano de María Antonieta, la reina de Francia, pues había miedo a que ayudara al rey a recuperar su poder absoluto.

En los meses sucesivos los ejércitos austríacos, aliados con los prusianos, derrotaron a los franceses varias veces y se acercaron a París.

El miedo a que se volviese al Antiguo Régimen provocó un golpe de estado en París. En junio de 1792, los sans-culottes asaltaron el palacio real de las Tullerías en París, encarcelaron al rey y proclamaron la república.


E.  LA I REPÚBLICA FRANCESA (1792-1799)


1.    LA CONVENCIÓN (SEPTIEMBRE 1792- JULIO 1794). LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE LA BURGUESÍA RADICAL

Tras el golpe de estado protagonizado por los sans-culottes se realizaron nuevas elecciones, pero esta vez por sufragio universal masculino. La asamblea elegida fue llamada Convención y comenzó a redactar una nueva constitución.

Dentro de la Convención hubo dos grupos principales de diputados:

·      Los girondinos

·      Los jacobinos radicales o montañeses


Ambos grupos se oponían a la monarquía, eran demócratas y republicanos. Los girondinos estaban a favor de dar algo de autonomía a los gobiernos regionales (federalismo) mientras que los jacobinos sostenían que una nación debía tener un único gobierno. Sin embargo su diferencia principal era que los montañeses estaban dispuestos a todo para conseguir sus objetivos y los girondinos intentaban usar métodos menos radicales.

Los primeros meses de la Convención estuvieron dominados por los girondinos. No obstante la Convención se fue radicalizando[1]. En enero de 1793 Luis XVI fue juzgado por la Convención, acusado de traición a Francia y ejecutado en la guillotina. Su esposa María Antonieta también lo sería más tarde.

La ejecución del rey de Francia provocó que la mayoría de las monarquías europeas, para evitar la expansión de la revolución a sus países, se aliaran a Prusia y Austria en contra de la República Francesa.

En febrero de 1793, la Convención estaba perdiendo la guerra contra los monarcas absolutistas y estableció la conscripción o leva en masa, es decir el servicio militar obligatorio para todos los franceses.

Como respuesta a la leva en masa los campesinos de varias regiones francesas se alzaron en armas contra el gobierno revolucionario comenzando una guerra civil (Guerra de la Vendée).

Ante esta situación que parecía desesperada los revolucionarios radicales (montañeses) tomaron el poder y el gobierno pasó a manos del Comité de Salvación Pública, dirigido por Robespierre.

 El Comité de Salud Pública estableció una dictadura eliminando las libertades individuales, pues anteponía la salvación de la Revolución al bienestar individual de los ciudadanos.

Para eliminar la oposición a la Revolución dentro de Francia el Comité de Salud Pública estableció un sistema represivo que envió a cientos de miles de sospechosos a la cárcel, ejecutando públicamente a unas decenas de miles. Esta política fue llamada el Terror.

Junto a la violencia del Estado contra los ciudadanos el gobierno de Robespierre aprobó leyes pensadas para favorecer a todos los franceses:

·      La abolición de la esclavitud

·      La Ley del Máximum. Esta norma establecía el precio máximo de productos de primera necesidad como el pan, y fue promulgada para hacer frente a la enorme subida de precios que se produjo durante la Revolución Francesa.


Aunque la invasión de las monarquías europeas fue derrotada por los franceses, la dictadura establecida por el Comité de Salvación Pública dirigido por los jacobinos radicales (montañeses) continuó y siguieron las detenciones y las ejecuciones de los sospechosos de contrarrevolucionarios.

En el golpe de estado de Termidor (julio de 1794) un grupo de diputados de la Convención detuvo a Robespierre y a los miembros del Comité de Salud Pública que rápidamente fueron juzgados y guillotinados. Tras Termidor la represión contra los sospechosos de contrarrevolucionarios se hizo menos dura.


2.    EL DIRECTORIO (JULIO 1794-1799). LA REPÚBLICA CONSERVADORA DE LA BURGUESÍA MODERADA

Tras el golpe de estado de Termidor la burguesía conservadora volvió a tomar el poder. El gobierno pasó a manos de un gobierno llamado Directorio, formado por cinco personas, e intentó volver a los principios moderados de la Revolución. Se volvió al sufragio censitario y se eliminaron las leyes que establecían precios máximos.

Al Directorio se le opusieron tanto los antiguos privilegiados como los trabajadores urbanos (sans-culottes). Como la crisis económica continuaba hubo varias revueltas contra el Directorio que fueron aplastadas por el ejército. Además Francia seguía en guerra con los reyes absolutos de Europa.

Ante este situación, en 1799, Napoleón Bonaparte, un joven y prestigioso general, dio un golpe de Estado en el mes de Brumario (noviembre de 1799) e inició un nuevo gobierno, denominado el Consulado.

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