CUIDADO, ESTA ES UNA NUEVA REDACCIÓN
Contenidos
Las
revoluciones burguesas en el siglo XVIII.
La
Revolución francesa.
Las
revoluciones liberales y la Restauración en el siglo XIX en Europa y América:
procesos unificadores e independentistas. Los nacionalismos.
Criterios
de evaluación
1.
Identificar los principales hechos de las revoluciones burguesas en Estados
Unidos, Francia y España e Iberoamérica.
2.
Comprender el alcance y las limitaciones de los procesos revolucionarios del
siglo XVIII.
3.
Identificar los principales hechos de las revoluciones liberales en Europa y en
América.
4.
Comprobar el alcance y las limitaciones de los procesos revolucionarios de la
primera mitad del siglo XIX.
Estándares
de aprendizaje evaluables
1.1.
Redacta una narrativa sintética con los principales hechos de alguna de las
revoluciones burguesas del siglo XVIII, acudiendo a explicaciones causales,
sopesando los pros y los contras.
2.1.
Discute las implicaciones de la violencia con diversos tipos de fuentes.
3.1.
Redacta una narrativa sintética con los principales hechos de alguna de las
revoluciones burguesas de la primera mitad del siglo XIX, acudiendo a explicaciones
causales, sopesando los pros y los contras.
4.1.
Sopesa las razones de los revolucionarios para actuar como lo hicieron.
4.2.
Reconoce, mediante el análisis de fuentes de diversa época, el valor de las
mismas no sólo como información, sino también como evidencia para los
historiadores.
I. INTRODUCCIÓN
El
estallido de la Revolución Francesa en 1789 significó el comienzo de la Edad
Contemporánea (1789-actualidad).
En
el siglo XVIII, antes de que empezase la Revolución Francesa, los déspotas
ilustrados fracasaron en realizar las transformaciones políticas, económicas y
sociales que los pensadores de la Ilustración habían propuesto durante ese
siglo. Desde 1789 en adelante estos cambios fueron impuestos de manera violenta
por revolucionarios, contra los deseos de los monarcas.
Una
revolución política acabó con el Antiguo Régimen en Francia. A continuación,
los revolucionarios realizaron varias reformas influidos por las ideas de la
Ilustración estableciendo el nuevo régimen o sistema liberal.
Desde
1799, Napoleón Bonaparte fue gobernante de Francia e invadió varios países de
Europa, donde impuso las ideas revolucionarias. Los revolucionarios
transformaron la vida cotidiana de la población, introduciendo nuevos usos y
costumbres.
La
Revolución Francesa marcó la llegada de una nueva era, que simbolizó el famoso
lema: “Libertad, igualdad y fraternidad”.
En
1814, las potencias absolutistas derrotaron a Napoleón y restauraron la
monarquía absoluta y el Antiguo Régimen en Europa.
Alguna
gente se opuso a esa política reaccionaria y demandó los mismos derechos y
libertades ya que habían ganado durante la Revolución Francesa. Como resultado
de lo anterior, el siglo XIX, desde 1815 a 1871, estuvo caracterizado por
continuas revueltas y por revoluciones liberales inspiradas en la Revolución
Francesa que finalmente llevaron a cambios políticos y sociales y al triunfo de
las ideas liberales en Europa.
Durante
el siglo XIX Norteamérica y Sudamérica evolucionaron de modos muy diferentes.
Mientras los Estados Unidos expandían sus fronteras para incluir nuevos
territorios en el Oeste, las colonias españolas en América Central y del Sur
consiguieron su independencia y llegaron a ser estados soberanos.
Las
transformaciones culturales en el arte y la arquitectura reflejaron estos
cambios políticos. Se desarrolló un nuevo estilo artístico llamado
Romanticismo, que centraba su atención en la emoción, la creatividad, la
libertad individual y el orgullo nacional.
II. LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
La Revolución Francesa fue una etapa de
cambio político y social violento, que vio la abolición de la monarquía
absoluta y el fin de la sociedad estamental propias del Antiguo Régimen.
Las causas de la Revolución Francesa
fueron de dos tipos:
Las causas estructurales (estaban
relacionadas con la misma existencia del Antiguo Régimen)
Causas económicas: La población
campesina estaba descontenta por la gran cantidad de impuestos que debían pagar
al rey, a la nobleza y al clero, impuestos que aumentaron durante el siglo
XVIII. Los burgueses estaban descontentos por los límites que el sistema señorial
ponía a la compraventa tierras (manos muertas, mayorazgos…). Los burgueses también
estaban en contra de la intervención del estado en la economía (monopolios,
compañías privilegiadas...). Además todos los miembros del Tercer Estado
rechazaban que los estamentos privilegiados no pagasen impuestos. Por su parte
la aristocracia y el clero tenían problemas económicos pues sus ingresos no
cubrían sus elevados gastos.
Causas sociales: La burguesía se había
enriquecido durante el siglo XVIII, sobre todo gracias al comercio marítimo,
pero, al pertenecer al Tercer Estado y carecer de privilegios, los burgueses no
podían ocupar cargos públicos y no participaban en la toma de decisiones
políticas. Aunque eran el grupo social que más aportaba a la creación de
riqueza los reyes no contaban con ellos para gobernar, al contrario que en Gran
Bretaña donde la burguesía estaba representada en la Cámara de los Comunes.
Causas ideológicas: La burguesía
francesa estaba muy influida por las ideas de la Ilustración e intentaba
ponerlas en práctica. Por ejemplo, los burgueses demandaban que todos los
súbditos del rey de Francia fueran libres e iguales ante la ley. Además la
creación de los Estados Unidos como una república liberal, acontecimiento
conocido en toda Europa, era un ejemplo de que podía romperse con el Antiguo
Régimen.
Las causas circunstanciales (son las
condiciones de un momento concreto que producen el estallido revolucionario)
Causas económicas: La causa que llevo al
comienzo de la Revolución Francesa fue la crisis de subsistencia; en los años
anteriores al inicio de la revolución hubo malas cosechas y, en consecuencia,
los precios de los alimentos eran muy altos en las ciudades, con lo que el
hambre afectaba tanto a los campesinos como a la mayoría de los habitantes de
las ciudades. La pequeña burguesía (artesanos y comerciantes modestos) sufría
dificultades económicas a causa de la crisis de subsistencia, del aumento de
los impuestos para pagar la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, y
de la creciente competencia comercial de los productos ingleses, pues la
industria británica se comenzaba a mecanizar en ese momento produciendo bienes
más baratos que los franceses. A la crisis de subsistencia se unió una crisis
financiera, causada por el endeudamiento del Estado por los altos gastos
militares y de la corte. La monarquía francesa estaba en bancarrota –arruinada-
por sus excesivos gastos. En las décadas anteriores a la Revolución Francesa
los reyes de Francia tuvieron que pedir préstamos para poder participar en la
Guerra de los Siete Años y en la Guerra de la Independencia de los Estados
Unidos. Además la familia real gastaba grandes cantidades de dinero en
palacios, bienes de lujo y fiestas muy lujosas. Para mejorar las finanzas del
país, el ministro Calonne propuso en 1787 que aumentarán los impuestos y que
los estamentos privilegiados (nobleza y clero) pagaran impuestos como el resto
de la población.
Causas políticas: La nobleza y el clero
se negaron a pagar el nuevo impuesto propuesto por Calonne. Los estamentos
privilegiados temían perder sus privilegios frente al absolutismo real. El rey
no se atrevió a forzarlos a obedecerle y acabó convocando los Estados Generales.
Causas sociales: La clase media
(burguesía) y el campesinado estaban irritados por el lujoso estilo de vida de
la familia real y de la corte que gastaba parte de los ingresos del Estado en
fiestas y bienes de lujo, lo que era criticado por los escritores ilustrados,
como se vio en el asunto del collar de la reina en 1785.
III. LAS ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
A. LA CONVOCATORIA DE LOS ESTADOS GENERALES
Y LA ASAMBLEA NACIONAL (1789)
Hasta
1789 el rey Luis XVI [1774-1792] gobernó Francia como monarca absoluto. En 1778
Francia intervino en la Guerra de independencia de los Estados Unidos a favor
de los rebeldes. Los gastos de este conflicto, más los heredados de la Guerra
de los Siete Años, arruinaron al estado francés. A ello se unió una serie de
malas cosechas. Como consecuencia de la crisis de subsistencia y de las deudas
acumuladas varios ministros propusieron al rey como solución hacer pagar
también impuestos a los estamentos privilegiados: el clero y la nobleza. Ante
la oposición de ambos grupos Luis XVI se vio obligado a convocar los Estados
Generales. En esta asamblea estaban representados los tres estamentos del reino
de Francia y ella debería ayudar al rey a solucionar sus problemas económicos.
El
clero (el Primer Estado) y la nobleza (el Segundo Estado) tenían 300
representantes cada uno en los Estados Generales y cada grupo poseía un voto.
En contraste, la clase media y el campesinado (el Tercer Estado) tenían 600
representantes y un único voto.
Cuando
en 1789 se reunieron los Estados Generales, el Tercer Estado propuso el voto
por persona. Pero el monarca y parte de la nobleza no aceptaron la propuesta.
En respuesta a lo anterior los representantes del Tercer Estado se proclamaron
a sí mismos Asamblea Nacional, es decir encarnación de la voluntad de Francia.
Este acto supuso el inicio de la revolución pues Francia se convertía en una
monarquía parlamentaria, donde el rey había perdido su poder absoluto y debía
compartirlo con la Asamblea Nacional.
Ante esta situación el rey impidió a los
diputados del Tercer Estado acceder a su sala de reuniones.
B. LOS PROTAGONISTAS DE LA REVOLUCIÓN
FRANCESA
La
Revolución Francesa va a vivir distintas etapas con diferentes gobiernos y
varias constituciones. Esto se debió a los diferentes grupos sociales que
participaron en ella.
La
nobleza y el clero se dividieron al comienzo de la revolución. Mientras la
aristocracia y el alto clero se opusieron desde el principio a todos los
cambios (los llamados realistas), otra parte de la nobleza y del bajo clero
colaboraron con la revolución en sus etapas iniciales. Estos nobles y clérigos
revolucionarios estaban a favor de una constitución en la que se estableciese
la división de poderes, pero manteniendo al rey como jefe del poder ejecutivo
por eso fueron llamados monárquicos constitucionalistas (Feuillants). Ellos
fueron los que dirigieron las primeras etapas de la Revolución.
Los
burgueses de París y otras ciudades francesas van a dirigir la revolución, pero
desde diferentes puntos de vista:
· Por un lado estaba la burguesía
conservadora o moderada formada por los burgueses más ricos (comerciantes,
banqueros, industriales…) favorables a unos cambios limitados del Antiguo
Régimen (derechos individuales, constitución, separación de poderes), pero
manteniendo al rey como poder ejecutivo encargado del gobierno, limitando el
derecho a voto a una minoría de ricos (sufragio censitario o restringido), y
manteniendo la desigualdad en la riqueza aunque todos los ciudadanos franceses
fueron iguales ante la ley y los impuestos. Esta burguesía conservadora
formaría el gobierno del Directorio.
· Por otro lado estaba la burguesía radical
formada por miembros de la pequeña burguesía (médicos, abogados, pequeños
comerciantes…) que querían un régimen republicano (sin rey), con voto
democrático y leyes que ayudasen a los ciudadanos más pobres (control de
precios, asistencia a viudas y huérfanos…).
La
burguesía radical recibió el apoyo de los sans-culottes de París, que eran los
trabajadores urbanos de los gremios y de los negocios pequeños.
La
mayoría de los franceses durante la Revolución Francesa eran campesinos que,
cuando ésta comenzó, consiguieron apoderarse de las tierras de los señores
feudales y pagar menos impuestos, de manera que durante toda la Revolución van
a apoyar a cualquier gobierno que les permita conservar lo que habían
conseguido. En algunas regiones de Francia (Vendée), donde los campesinos
convivían en armonía con la nobleza durante el Antiguo Régimen, la Revolución
Francesa no supuso ninguna ventaja sino un empeoramiento de sus vidas al
implantarse el servicio militar obligatorio. Por eso durante la etapa de la
Convención se produjeron varias revueltas campesinas en contra de la
Revolución.
D. LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA O
CONSTITUCIONAL (1789-1792)
1. LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (1789-1791)
Cuando
el rey Luis XVI intentó que la Asamblea Nacional no se reuniera cerrando la
sala que usaba, los integrantes del Tercer Estado se reunieron en una
habitación del Palacio de Versalles reservada para el Juego de Pelota y allí
juraron no separarse ni irse hasta que hubiesen elaborado una constitución para
Francia que reflejara la voluntad de la mayoría de los franceses. Así fue como
los diputados del Tercer Estado pasaron de ser Asamblea Nacional a Asamblea
Nacional Constituyente.
El
pueblo de París apoyó a los representantes del Tercer Estado y el 14 de julio
de 1789 tomó la Bastilla, fortaleza y cárcel de París donde eran encerrados los
presos políticos. De allí obtuvo armas con las que se armó una Guardia
Nacional, una milicia formada por burgueses que apoyaría a la asamblea
revolucionaria.
Mientras
esos acontecimientos sucedían en París, durante el verano de 1789, estalló una
gran rebelión campesina que abarcó todo el territorio de Francia y que fue
conocida como el Gran Miedo (la Grande Peur). Los campesinos franceses estaban
descontentos desde hacía meses a causa de las malas cosechas que estaban
produciendo hambre. Mientras sucedían los acontecimientos de París se extendió
por la campiña francesa el rumor de que había una conspiración de los
aristócratas para matar de hambre a la población. En respuesta a lo anterior
los campesinos se armaron y atacaron los castillos y las residencias de los
señores destruyendo la documentación donde estaban recogidos los derechos
señoriales.
Ante
estos hechos, la Asamblea Nacional tomó en agosto dos medidas importantes:
abolió los privilegios feudales y promulgó la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano.
El
efecto a largo plazo del Gran Miedo fue que la mayoría de los franceses, que
eran campesinos, apoyaron los cambios que trajo la Revolución. Al abolirse los
privilegios feudales muchos agricultores pagaron menos impuestos e incluso en
algún caso casi dejaron de pagarlos pues muchos nobles franceses huyeron del
país ante la violencia mostrada. Estos nobles expatriados, los “emigrados”,
conspirarían con los reyes absolutos de Europa para acabar con la Revolución.
A
lo largo de 1789 y 1790 la Asamblea Constituyente fue aprobando leyes que
acababan con el Antiguo Régimen mientras redactaban una constitución. Una de
las leyes más importantes de la Asamblea Constituyente fue la Constitución
Civil del Clero de julio de 1790. Esta ley pretendía eliminar la situación de
privilegio de la Iglesia en Francia y someterla al poder del gobierno
revolucionario. La Constitución Civil del Clero establecía:
· la eliminación del diezmo, otro impuesto
que dejaron de pagar los campesinos franceses y que aumentó su apoyo a la
revolución.
· la disolución de las órdenes religiosas
que no tuvieran utilidad (como la enseñanza o la asistencia social)
· la nacionalización de las propiedades de
la Iglesia (tierras, edificios...). La Asamblea Constituyente aprobó esto por
dos razones:
ü
En 1790 el 20 o 25 % de las tierras de Francia pertenecían a la Iglesia, y la
Asamblea opinaba que estaban mal aprovechadas.
ü
El gobierno revolucionario estaba casi en bancarrota, apenas le quedaba dinero
para pagar a los funcionarios y para devolver los préstamos anteriores. Al
administrar las que fueron tierras de la Iglesia el estado francés vería
aumentar sus ingresos.
· la obediencia de los sacerdotes y obispos
al gobierno revolucionario. Para poder acceder a los puestos de sacerdote u
obispo se debía hacer un juramento de lealtad. A cambio el estado francés, con
sus nuevos ingresos, les pagaría un sueldo.
En
1791 se promulgó la constitución, que resumía los principios del liberalismo:
separación de poderes, soberanía nacional, igualdad de todos los ciudadanos
ante la ley y ante los impuestos. Sin embargo se establecía el sufragio
censitario pues los ciudadanos fueron divididos en dos grupos:
· Ciudadanos activos: Poseían riquezas y
tenían derecho a votar. Eran los antiguos privilegiados y la alta burguesía.
· Ciudadanos pasivos: Eran los franceses
menos acaudalados. No tenían derecho a voto porque pagaban poco de impuestos.
También
se hicieron otras reformas: Se prohibió la tortura judicial y se creó un nuevo
ejército, la Guardia Nacional, que era fiel a la Revolución.
Con
estas reformas los burgueses obtenían ventajas económicas y políticas. Sin
embargo hubo dos grandes sectores descontentos:
· La nobleza y el clero, que querían
recuperar los privilegios que habían perdido.
· Los sans-culottes, trabajadores urbanos
que formaron milicias y que deseaban conseguir mejoras sociales y proclamar una
república.
En junio de 1791 el rey y su familia
intentaron huir de Francia en secreto y pedir ayuda a las monarquías
absolutistas europeas, pero fueron detenidos en el pueblo de Varennes y
tuvieron que regresar a París.
2. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA (OCTUBRE 1791-
SEPTIEMBRE 1792)
Tras
la aprobación de la Constitución de 1791 se realizaron elecciones en Francia
siguiendo el sufragio censitario y se eligió una nueva asamblea totalmente
nueva, pues los antiguos diputados no podían volver a ser elegidos.
La
Asamblea Legislativa debería haber desarrollado la Constitución de 1791
mediante leyes pero Luis XVI se opuso a nuevas reformas. Los dos grupos
políticos principales en esta etapa de la revolución francesa fueron:
· Los monárquicos constitucionalistas
llamados Feuillants; diputados que procedían de la burguesía más rica y querían
mantener el poder del rey según la Constitución de 1791. Para ellos la
revolución ya había alcanzado sus límites.
· Los diputados que pertenecían al club de
los jacobinos; procedían de la pequeña burguesía, estaban a favor de medidas
democráticas y desconfiaban del rey tras la fuga de Varennes. Dentro del club
de los jacobinos estaban incluidos los girondinos.
· Los diputados que no tenían ideas
políticas definidas eran llamados la Llanura.
En
abril de 1792 la Asamblea Nacional declaró la guerra al emperador austríaco,
hermano de María Antonieta, la reina de Francia, pues había miedo a que ayudara
al rey a recuperar su poder absoluto.
En
los meses sucesivos los ejércitos austríacos, aliados con los prusianos,
derrotaron a los franceses varias veces y se acercaron a París.
El
miedo a que se volviese al Antiguo Régimen provocó un golpe de estado en París.
En junio de 1792, los sans-culottes asaltaron el palacio real de las Tullerías
en París, encarcelaron al rey y proclamaron la república.
E. LA I REPÚBLICA FRANCESA (1792-1799)
1. LA CONVENCIÓN (SEPTIEMBRE 1792- JULIO
1794). LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE LA BURGUESÍA RADICAL
Tras
el golpe de estado protagonizado por los sans-culottes se realizaron nuevas
elecciones, pero esta vez por sufragio universal masculino. La asamblea elegida
fue llamada Convención y comenzó a redactar una nueva constitución.
Dentro
de la Convención hubo dos grupos principales de diputados:
· Los girondinos
· Los jacobinos radicales o montañeses
Ambos
grupos se oponían a la monarquía, eran demócratas y republicanos. Los
girondinos estaban a favor de dar algo de autonomía a los gobiernos regionales
(federalismo) mientras que los jacobinos sostenían que una nación debía tener
un único gobierno. Sin embargo su diferencia principal era que los montañeses
estaban dispuestos a todo para conseguir sus objetivos y los girondinos
intentaban usar métodos menos radicales.
Los
primeros meses de la Convención estuvieron dominados por los girondinos. No
obstante la Convención se fue radicalizando[1]. En enero de 1793 Luis XVI fue
juzgado por la Convención, acusado de traición a Francia y ejecutado en la
guillotina. Su esposa María Antonieta también lo sería más tarde.
La
ejecución del rey de Francia provocó que la mayoría de las monarquías europeas,
para evitar la expansión de la revolución a sus países, se aliaran a Prusia y
Austria en contra de la República Francesa.
En
febrero de 1793, la Convención estaba perdiendo la guerra contra los monarcas
absolutistas y estableció la conscripción o leva en masa, es decir el servicio
militar obligatorio para todos los franceses.
Como
respuesta a la leva en masa los campesinos de varias regiones francesas se alzaron
en armas contra el gobierno revolucionario comenzando una guerra civil (Guerra
de la Vendée).
Ante
esta situación que parecía desesperada los revolucionarios radicales
(montañeses) tomaron el poder y el gobierno pasó a manos del Comité de
Salvación Pública, dirigido por Robespierre.
El Comité de Salud Pública estableció una
dictadura eliminando las libertades individuales, pues anteponía la salvación
de la Revolución al bienestar individual de los ciudadanos.
Para
eliminar la oposición a la Revolución dentro de Francia el Comité de Salud
Pública estableció un sistema represivo que envió a cientos de miles de
sospechosos a la cárcel, ejecutando públicamente a unas decenas de miles. Esta
política fue llamada el Terror.
Junto
a la violencia del Estado contra los ciudadanos el gobierno de Robespierre
aprobó leyes pensadas para favorecer a todos los franceses:
· La abolición de la esclavitud
· La Ley del Máximum. Esta norma establecía
el precio máximo de productos de primera necesidad como el pan, y fue
promulgada para hacer frente a la enorme subida de precios que se produjo
durante la Revolución Francesa.
Aunque
la invasión de las monarquías europeas fue derrotada por los franceses, la
dictadura establecida por el Comité de Salvación Pública dirigido por los
jacobinos radicales (montañeses) continuó y siguieron las detenciones y las
ejecuciones de los sospechosos de contrarrevolucionarios.
En
el golpe de estado de Termidor (julio de 1794) un grupo de diputados de la
Convención detuvo a Robespierre y a los miembros del Comité de Salud Pública
que rápidamente fueron juzgados y guillotinados. Tras Termidor la represión
contra los sospechosos de contrarrevolucionarios se hizo menos dura.
2. EL DIRECTORIO (JULIO 1794-1799). LA
REPÚBLICA CONSERVADORA DE LA BURGUESÍA MODERADA
Tras
el golpe de estado de Termidor la burguesía conservadora volvió a tomar el
poder. El gobierno pasó a manos de un gobierno llamado Directorio, formado por
cinco personas, e intentó volver a los principios moderados de la Revolución.
Se volvió al sufragio censitario y se eliminaron las leyes que establecían
precios máximos.
Al
Directorio se le opusieron tanto los antiguos privilegiados como los
trabajadores urbanos (sans-culottes). Como la crisis económica continuaba hubo
varias revueltas contra el Directorio que fueron aplastadas por el ejército.
Además Francia seguía en guerra con los reyes absolutos de Europa.
Ante
este situación, en 1799, Napoleón Bonaparte, un joven y prestigioso general,
dio un golpe de Estado en el mes de Brumario (noviembre de 1799) e inició un
nuevo gobierno, denominado el Consulado.
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