miércoles, 13 de diciembre de 2017

8.La cultura y el arte

Nota: 10


     La cultura ilustrada

      Los ilustrados fomentaron la educación pública para evitar la ignorancia y el control ideológico de la Iglesia, lograr el progreso económico y cambiar la sociedad.

      Para conseguir sus objetivos, impulsaron la lengua y la historia; continuaron la “revolución científica” iniciada en el siglo XVII, y potenciaron las ciencias “útiles” como la medicina, las ciencias naturales, las matemáticas, la física, la química y la geología.

        El arte rococó

      En la primera mitad del siglo XVIII surgió en Francia un nuevo estilo artístico, el rococó, un arte aristocrático, cortesano, refinado y frívolo.

  • La decoración rococó, realizada en estuco con formas delicadas, ondulantes e irregulares, se aplicó a pequeños salones y gabinetes. En España tuvo poco éxito, aunque con ella se decoraron algunas salas del Palacio Real de Madrid y del palacio de la Granja en Segovia.
  • La pintura utilizó un dibujo difuminado, colores suaves y temas variados: cortesanos, costumbristas, amorosos, exóticos y retratos. En Francia, destacaron Watteau y Fragonard, autor de El columpio; y en España Luis Paret, que pintó La tienda del anticuario.

        El arte neoclásico


      Iniciado en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII, fue un arte burgués, austero y racional. Sin embargo, su creatividad se vio limitada por el deseo consciente de imitar los modelos griegos y romanos y por las rígidas enseñanzas impuestas por las academias de bellas artes, como la de San Fernando de Madrid.

  • La arquitectura imitó los modelos griegos y romanos y adoptó formas puras y sencillas. Los edificios principales fueron iglesias, palacios y edificios públicos, como escuelas, cárceles, mercados u hospitales. En Francia destacó el Panteón; en Reino Unido, el Museo Británico y la Galería Nacional; en Alemania, la Puerta de Brandemburgo, y en España la Puerta de Alcalá, obra de Sabatini; y el Museo del Prado y el Observatorio Astronómico, ambas de Juan de Villanueva.
  • La escultura buscó la belleza ideal, la sencillez y la serenidad. Sus temas preferidos fueron mitológicos, historia antigua y retratos. El escultor más famoso fue el italiano Antonio Canova. En España destacan la madrileña fuente de Cibeles, de Francisco Gutiérrez, y el monumento a la defensa de Zaragoza, de Álvarez Cubero.
  • La pintura buscó la perfección del dibujo y se desinteresó del color. Sus temas preferidos fueron los mitológicos e históricos. En Francia destacó David, autor de El juramento de los Horacios y El rapto de las sabinas. Y en España, el alemán Mengs, que decoró algunos techos del Palacio Real y dirigió la Real Academia de San Fernando.

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