domingo, 21 de enero de 2018

1.La crisis política. Carlos IV y la Francia revolucionaria

Nota: 10   

    1.1 Los cambios revolucionarios y sus limitaciones

      En España, el siglo XIX fue un periodo de transformaciones en el que desaparecieron las estructuras políticas, económicas y sociales del Antiguo Régimen. Pero el alcance limitado de las mismas dejo retrasada España respecto a las grandes potencias europeas.

  • El absolutismo dio paso a un sistema liberal. Pero este cambio se produjo en un ambiente de gran inestabilidad marcado por las guerras civiles, los golpes de Estado militares y la pérdida del imperio colonial.
  • La población creció, pero de forma moderada; y la economía se modernizó, pero los progresos fueron tardíos, lentos y menos intensos que en otros países europeos, por lo que España siguió siendo un país agrario.
  • Se estableció una nueva sociedad de clases basada en la riqueza. Pero los   terratenientes mantuvieron una gran influencia, la burguesía y el proletariado crecieron poco, y el campesinado siguió siendo mayoritario.

        1.2 El reinado de Carlos IV (1788-1808)

      Carlos IV accedió al trono en 1788 a la edad de 40 años, y enseguida dejó el poder en manos del primer ministro, Manuel Godoy. Durante su reinado se inició la crisis política del Antiguo Régimen, bajo la influencia de la Revolución Francesa.

      El temor a su propagación en España provocó el cierre de fronteras; la finalización de las reformas ilustradas, consideradas inspiradoras de la revolución; y la declaración de la guerra a Francia, tras la ejecución de Luis XVI en 1793. En el transcurso de la guerra, los franceses invadieron el País Vasco y Navarra, lo que obligó a Godoy a firmar la Paz de Basilea en 1795.

      En 1807, Godoy dio un giro a su política y se alió con Napoleón tras la firma del Tratado de Fontainebleau. En él se acordaba la invasión y el reparto de Portugal, que no aceptaba el bloqueo económico contra Reino Unido decretado por Napoleón. Con este pretexto, las tropas francesas entraron en España.

      Pero la ocupación de los puntos estratégicos de la Península dejó clara su intención de invadir también España. Este hecho provocó el motín de Aranjuez (1808), una sublevación popular contra la política de Manuel Godoy instigada por el heredero del trono, el futuro Fernando VII. Como consecuencia, Carlos IV depuso a Godoy y abdicó en su hijo Fernando.

       Napoleón aprovechó hábilmente las desavenencias de la familia real: atrajo a padre e hijo a Bayona (Francia), logró que ambos abdicasen en él (abdicaciones de Bayona), y cedió el trono de España a su hermano José Bonaparte.

        Los protagonistas

  • Carlos IV:

  • Manuel Godoy:

  • José Bonaparte:


        1.3 La formación de grupos ideológicos

      José I Bonaparte reinó en España entre 1808 y 1813. En este tiempo, implantó el llamado Estatuto de Bayona, que establecía un sistema político conservador en el que el rey tenía el poder ejecutivo y la iniciativa para proponer leyes, y realizó algunas reformas. Entre ellas, el establecimiento de derechos para los presos, la abolición de la tortura y la supresión de los privilegios de la nobleza.

      Estos acontecimientos dividieron a los españoles en dos grupos ideológicos.

  • Los “afrancesados” aceptaron la nueva monarquía y apoyaron sus reformas. Constituyeron un reducido grupo de españoles integrado por miembros de la nobleza y del alto clero y, sobre todo, por funcionarios.
  • Los “patriotas” se negaron a aceptar a un monarca extranjero, impuesto por las armas. En este grupo se incluyeron la mayoría del pueblo, que defendió la soberanía de Fernando VII y los valores tradicionales (Dios, patria, rey); y los liberales, en su mayoría burgueses y profesionales liberales que querían acabar con el Antiguo Régimen y elaborar una constitución.

        La línea del tiempo



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