Cinco errores en la transcripción
Faltan los mapas y las imágenes
Nota: 4
7.1 La evolución demográfica
Faltan los mapas y las imágenes
Nota: 4
7.1 La evolución demográfica
La población española pasó de 16,4 a 26 millones entre 1875
y 1939.
Las causas de dicho crecimiento fueron el inicio de un suave
descenso de la natalidad y una importante disminución de la mortalidad gracias
a las mejoras alimentarias y médicas. Las únicas excepciones se produjeron
durante la epidemia de gripe de 1918 y la Guerra Civil.
Las migraciones interiores y exteriores se intensificaron.
-El éxodo rural afectó, sobre todo, a las zonas del interior
peninsular, y provocó el elevado crecimiento de la periferia y de algunas
ciudades, como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Bilbao.
-Las migraciones al exterior es dirigieron, especialmente,
hacia América Latina. Fueron una forma de huir de la pobreza agraria y del
prolongado servicio militar.
7.2 La evolución de la economía
La economía siguió la evolución económica internacional:
crisis de 1786 y de 1886, felices años veinte, depresión de 1929, etc. No
obstante, el desastre del 98 y la neutralidad de España en la Primera Guerra
Mundial explican algunos rasgos coyunturales propios.
-Las actividades agrarias continuaron siendo mayoristas. Los
rendimentos mejoraron por la incorporación de abonos químicos y maquinaria; los
regadíos se ampliaron (Plant Gasset de 1902); y en el Mediterráneo se
especializaron en cultivos comerciales como cítricos, hortalizas, algodón, vino, y aceite.
Para compensar la pérdida del azúcar cubano, la remolacha
azucarera se extendió por los valles del Ebro y del Duero y por la vega de
Granada.
-La industria se vio favorecida, primero, por la
repatriación de capitales procedentes de las colonias de Cuba y Filipinas; y
después, por la demanda de textiles, minerales y acero de los países con
tendientes en la Primera Guerra Mundial.
Desde 1880, se introdujeron las novedades de la Segunda
Revolución industrial, como centrales hidroeléctricas y térmicas, e industrias
automovilísticas, químicas y de material eléctrico, entre otras.
En su mayoría, las industrias se localizaron en Cataluña, el
País Vasco y Madrid, aunque hubo enclaves en Asturias , Galicia, Aragón,
Valencia y Cádiz.
-Las actividades terciarias más importantes fueron el
transporte por carretera, los nuevos sistemas de comunicación, la banca, las
finanzas y el comercio.
El comercio exterior mantuvo el superávit hasta la pérdida
de las últimas colonias, en 1898, en que pasó a ser deficitario, excepto la
Primera Guerra Mundial, en la que España permaneció neutral y abasteció de
productos a los contendientes.
7.3 La sociedad y sus conflictos
-La clase alta. Mantuvo su hegemonía social y su alto nivel
de vida. Estaba integrada por los grandes propietarios agrarios y la alta
burguesía comercial, industrial y de negocios. A ellos se sumaron algunos
burgueses, enriquecidos con los negocios realizados durante la Primera Guerra
Mundial para abastecer a los países beligerantes.
-La clase media. Se incrementó a lo largo del período,
aunque representaba un escaso porcentaje de la población total. Incluía a los
agricultores medios, profesionales liberales y funcionarios.
-La clase baja. Vivió en la penuria económica. Estaba
constituida por un creciente número de obreros industriales, que realizaron
frecuentes huelgas y protagonizaron muchos tumultos callejeros; por pequeños
propietarios agrarios, y por jornaleros. Estos últimos protagonizaron numerosos
levantamientos, como el ocurrido en casas viejas (Cádiz), en 1933.
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