sábado, 20 de enero de 2018

7 POBLACIÓN, ECONOMÍA Y SOCIEDAD ENTRE 1875 Y 1939.

Cinco errores en la transcripción
Faltan los mapas y las imágenes
Nota: 4

7.1 La evolución demográfica

      La población española pasó de 16,4 a 26 millones entre 1875 y 1939.
Las causas de dicho crecimiento fueron el inicio de un suave descenso de la natalidad y una importante disminución de la mortalidad gracias a las mejoras alimentarias y médicas. Las únicas excepciones se produjeron durante la epidemia de gripe de 1918 y la Guerra Civil.
Las migraciones interiores y exteriores se intensificaron.
    -El éxodo rural afectó, sobre todo, a las zonas del interior peninsular, y provocó el elevado crecimiento de la periferia y de algunas ciudades, como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Bilbao.
    -Las migraciones al exterior es dirigieron, especialmente, hacia América Latina. Fueron una forma de huir de la pobreza agraria y del prolongado servicio militar.

7.2 La evolución de la economía
      La economía siguió la evolución económica internacional: crisis de 1786 y de 1886, felices años veinte, depresión de 1929, etc. No obstante, el desastre del 98 y la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial explican algunos rasgos coyunturales propios.
    -Las actividades agrarias continuaron siendo mayoristas. Los rendimentos mejoraron por la incorporación de abonos químicos y maquinaria; los regadíos se ampliaron (Plant Gasset de 1902); y en el Mediterráneo se especializaron en cultivos comerciales como cítricos, hortalizas, algodón, vino, y aceite.
Para compensar la pérdida del azúcar cubano, la remolacha azucarera se extendió por los valles del Ebro y del Duero y por la vega de Granada.
    -La industria se vio favorecida, primero, por la repatriación de capitales procedentes de las colonias de Cuba y Filipinas; y después, por la demanda de textiles, minerales y acero de los países con tendientes en la Primera Guerra Mundial.
Desde 1880, se introdujeron las novedades de la Segunda Revolución industrial, como centrales hidroeléctricas y térmicas, e industrias automovilísticas, químicas y de material eléctrico, entre otras.
En su mayoría, las industrias se localizaron en Cataluña, el País Vasco y Madrid, aunque hubo enclaves en Asturias , Galicia, Aragón, Valencia y Cádiz.
    -Las actividades terciarias más importantes fueron el transporte por carretera, los nuevos sistemas de comunicación, la banca, las finanzas y el comercio.
El comercio exterior mantuvo el superávit hasta la pérdida de las últimas colonias, en 1898, en que pasó a ser deficitario, excepto la Primera Guerra Mundial, en la que España permaneció neutral y abasteció de productos a los contendientes.

7.3 La sociedad y sus conflictos
    -La clase alta. Mantuvo su hegemonía social y su alto nivel de vida. Estaba integrada por los grandes propietarios agrarios y la alta burguesía comercial, industrial y de negocios. A ellos se sumaron algunos burgueses, enriquecidos con los negocios realizados durante la Primera Guerra Mundial para abastecer a los países beligerantes.
    -La clase media. Se incrementó a lo largo del período, aunque representaba un escaso porcentaje de la población total. Incluía a los agricultores medios, profesionales liberales y funcionarios.

    -La clase baja. Vivió en la penuria económica. Estaba constituida por un creciente número de obreros industriales, que realizaron frecuentes huelgas y protagonizaron muchos tumultos callejeros; por pequeños propietarios agrarios, y por jornaleros. Estos últimos protagonizaron numerosos levantamientos, como el ocurrido en casas viejas (Cádiz), en 1933.

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