miércoles, 17 de enero de 2018

5. El fascismo y el nazismo

Un punto más por ser diligente
Nota: 10

5. El fascismo y el nazismo

    5.1 El fascismo en Italia

      Las causas que favorecieron el nacimiento del fascismo en Italia fueron el descontento por los acuerdos de paz alcanzados tras la Primera Guerra Mundial; y la situación de la posguerra, caracterizada por la crisis económica, el paro, la inflación y el malestar social, manifestado en movimientos revolucionarios que asustaron a los sectores más conservadores.
      El fascismo fue obra del periodista Benito Mussolini, quien 1921 fundó el Partido Nacional Fascista que contaba con grupos paramilitares- los Fascios italianos de combate o << camisas negras>> - dedicados a reprimir al movimiento obrero. Así, se ganó el apoyo de los grandes propietarios, de la pequeña burguesía , de la Iglesia y del rey Víctor Manuel III.
      En 1922, la exitosa intervención de los Fascios contra los sindicatos y huelgas obreras llevó a Mussolini a reclamar el poder. Para presionar al gobierno, organizó una Marcha sobre Roma con sus <<camisas negras>>, logrando que el rey le nombrase jefe del gobierno.
      Una vez en el poder, Mussolini implantó una dictadura fascista. Para ello, asumió todo el poder; restringió las libertades ; prohibió los partidos políticos; reprimió a los sindicatos y a cualquier oposición mediante la policía política (Ovra); dirigió la economía ; y controló todos los aspectos de la vida social mediante la propaganda y la censura

    5.2 El nazismo en Alemania

      Las causas que favorecieron el nazismo en Alemania fueron el descontento existente en la República de Weimar (1918-1933) por la humillación sufrida en el Tratado de Versalles; y la situación de la posguerra: crisis económica, paro y un malestar social manifestado en movimientos revolucionarios.
      El nazismo surgió en torno al antiguo soldado Adolf Hitler y el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, fundado en 1920, que contaba con una organización paramilitar ( las Secciones de Asalto o SA), dedicada a combatir a los comunistas.
      Así, se ganó el apoyo de buena parte de las clases medias arruinadas por la crisis económica de 1929 y de los capitalistas contrarios al comunismo.
      En la elecciones de 1932, el Partido Nazi consiguió 13,8 millones de votos; y en 1933 Hitler fue nombrado canciller de Alemania.
      Una vez en el poder, puso fin a la República de Weimar, proclamó el III Reich alemán e implantó una férrea dictadura, disolviendo o prohibiendo el resto de partidos y sindicatos y anulando los derechos y la libertades fundamentales.
      También controló la economía; dirigió la educación, la cultura y el arte mediante la propaganda y la censura; buscó la cohesión social en torno a la idea de la superioridad de la raza aria y la persecución de los judíos; y adoptó una política militarista basada en el rearme, el rechazo del Tratado de Versalles y las reivindicaciones territoriales.
      Todas estas actuaciones desembocarían en la Segunda Guerra Mundial.

      


Elecciones parlamentarias (número de votos  del Partido Nazi)

      Fecha                Votos           % 

Mayo, 1924                    1918000              6,6
Diciembre, 1924             903000                3,0
Mayo, 1928                    810000                2,6
Noviembre, 1930           6406000              18,3
Julio, 1932                     13800000            37,3
Noviembre, 1932           11700000              33,1




Programa nazi (1920)

1. Exigimos la unión de todos los alemanes para constituir una Gran Alemania...
2. Exigimos... la abolición de los Tratados de Paz de Versalles y de Saint Germain.
3. Exigimos espacio y territorios para la alimentación de nuestro pueblo y para establecer a nuestro exceso de población.
4. Nadie..., salvo aquellos por cuyas venas corra sangre alemana... podrá ser miembro de la nación. Por consiguiente, ningún judío será miembro de la nación.
25. Para realizar todo lo que precede, exigimos la creación de un poder central fuerte en el Reich.





Sara Leiva García. 4B  . Nº 20.  Páginas 148-149


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