lunes, 9 de abril de 2018

1.2 La política ofensiva de Japón

      Faltaba la etiqueta 0 Tercera evaluación

     En el proceso hacia la Segunda Guerra Mundial Japón desempeñó un papel fundamental. Este país se había visto perjudicado por la crisis económica de los años treinta y carecía de recursos suficientes para mantener su actividad industrial, por lo que necesitaba importar gran parte de las materias primas (petróleo, carbón y hierro) de Estados Unidos. La búsqueda de nuevos mercados era, por tanto, una necesidad imperiosa para el Gobierno japonés; este, además, se caracterizaba por un nacionalismo y un militarismo muy acentuados. En 1927 el primer ministro japonés, Tanaka, diseñó un plan para extender el Imperio japonés a Manchuria, el norte de China, Corea, Siberia y las Indias Orientales. Sin embargo, no tuvo en cuenta que EE UU, Gran Bretaña y los Países Bajos tenían intereses en la zona.

      Desde 1931 el gobierno japonés llevó a cabo una serie de acciones militares.



      En este contexto, Japón, Alemania e Italia firmaron el Pacto Tripartito (septiembre de 1940), que consolidó el Eje Berlín-Roma-Tokio contra EE UU, Gran Bretaña y Países Bajos.

      Al año siguiente el general Hideki Tōjō, uno de los promotores de la expansión y el militarismo japonés, se convirtió en primer ministro y responsable del ministerio de la Guerra, hecho que dificultó aún más las relaciones con Estados Unidos.

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