martes, 10 de abril de 2018

6. ANDALUCÍA Y EL ESTABLECIMIENTO DE UN ESTADO Y SOCIEDAD LIBERALES EN ESPAÑA

Nota: 10

6.1. El papel de Andalucía en la organización política del Estado

      Andalucía, al inicio del siglo XIX, fue un foco de gran importancia política e ideológica.

      Cádiz, debido a su situación geográfica, se convirtió en el enclave que unía comercialmente la metrópoli y las colonias americanas. Además, por sus características económicas y sociales, rápidamente adoptó las ideas liberales, que encajaban con la burguesía  de negocios. Fue la única ciudad en no ser conquistada por os franceses, así que hasta ella se dirigió la Junta Suprema Central, donde se organizaron los debates de las Cortes Constituyentes y se redactó la Constitución de 1812 que sería modelo de otras constituciones posteriores, europeas y españolas.

      Con la vuelta de Fernando VII, el movimiento reformista se paralizó. Aunque, en un principio, e apoyó la vuelta al absolutismo, más tarde se produjo cierta oposición hacia el modelo político de Fernando VII debido a su mal gobierno, la persecución de los liberales y la pérdida de las colonias americanas, lo que supuso la destrucción de parte de la economía andaluza, relacionada con los astilleros, la artesanía y el comercio.




 Tras ser liberado por los Cien Mil Hijos de San Luis, Fernando VII restableció el absolutismo.


      Durante el reinado de Isabel II se instauró en España una monarquía liberal. Durante todo el siglo XIX, muchos políticos andaluces que apoyaban los liberalismos, tanto progresistas como moderados, tuvieron un papel destacado en la formación de un estado liberal que pusiera fin al sistema del Antiguo Régimen. Algunos de ellos fueron Martínez de la Rosa, Javier de Burgos, Narváez o Cánovas del Castillo.

      En Andalucía, los cambios iniciados con la desamortización de las tierras de la Iglesia y los municipios y el fin del Régimen señorial no conllevaron el efecto positivo que se esperaba. Las tierras  desamortizadas no se repartieron sino que se vendieron. Los campesinos y jornaleros no pudieron acceder a la compra, en cambio sí pudieron los terratenientes, que acrecentaron su patrimonio y sus latifundios.

      Estas diferencias económicas y sociales cada vez más acentuadas provocaron que el anarquismo cobrase  fuerza en el campo andaluz. Durante el Sexenio Democrático, muchos campesinos ocuparon tierras de la oligarquía, y apoyaron el bandolerismo.


6.2. La sociedad en Andalucía


La sociedad andaluza se dividía en tres grupos:

      + La oligarquía: estaba formada por la antigua nobleza y la alta burguesía procedente del mundo de los negocios (banca, comercio de ultramar, etc.). Este grupo se hizo más fuerte y poderoso tras la desamortización, ya que al ser propietarios de la tierra, tenían en sus manos la posibilidad de decidir qué jornaleros y campesinos trabajaban. Tuvieron una importante influencia política, lo que limitó los cambios políticos y sociales que algunos grupos reclamaban.

      La principal forma de actuación de este grupo era el caciquismo: los caciques o terratenientes utilizaban su influencia y su poder económico para controlar la vida política de las poblaciones, principalmente respecto a los resultados electorales. El caciquismo adquirió una enorme importancia en Andalucía debido al alto índice de analfabetismo de la población y al gran número de campesinos, muchos de ellos jornaleros.

      + La burguesía de comerciantes e industriales: estaba concentrada principalmente en las ciudades de Sevilla, Cádiz y Málaga, por su importancia comercial. Este grupo social estaba formado por población no solo andaluza, sino también de otras zonas de España o de otros países, principalmente Gran Bretaña.

      + La clase trabajadora: formada por los jornaleros agrícolas y los pequeños arrendatarios en la zona rurales, y por el proletariado industrial y el servicio doméstico en los núcleos urbanos. Las condiciones de vida de este grupo empeoró tras la desamortización. Muchos pequeños arrendatarios de la Iglesia perdieron sus zonas de cultivo al ser compradas por grandes terratenientes. Sus difíciles condiciones de vida produjeron dos reacciones: la propagación del anarquismo y el bandolerismo.


6.3. La economía en Andalucía

      La economía andaluza durante el siglo XIX era principalmente agraria, basada en el cultivo de cereal, vid y olivo de secano, y productos de la huerta de regadío; y la ganadería extensiva. El sistema principal de propiedad de la tierra en Andalucía era el latifundio, grandes propiedades pertenecientes a un oligarca que eran trabajadas por campesinos y jornaleros.

      La industrialización en Andalucía fue muy lenta por la escasa disponibilidad de fuentes de energía, la deficiencia en infraestructuras y la falta de inversiones. Gran parte de la industria andaluza, al mando de inversores y compañía extranjeras, se dedicó únicamente a la explotación de recursos y materias primas.

      La situación social y económica de Andalucía frenó las corrientes progresistas (lideradas habitualmente por la burguesía) y aumentó las más radicales, como el anarquismo. Esto provocó el auge de ideas federalistas que estallarían en los levantamientos durante las Primera República (cantonalismo).


¿LO SABÍAS?

Mariana Pineda

     La vuelta al absolutismo con Fernando VII conllevó la persecución de liberales, entre los que destacó Mariana Pineda.

      Nacida en Granada, ayudó a los liberales presos poniéndolos en contacto con sus familiares, intentó mejorar su calidad de vida, y redactó escritos para solicitar indultos. Investigada por el juez Pedrosa, fue descubierta al encargar a dos bordadores una bandera con el lema <<Igualdad, Libertad y Ley>>. Fue detenida y ejecutada el 26 de marzo de 1831.

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