Los campesinos se mostraron hostiles al liberalismo, primero. y al socialismo, después; y tampoco abrazaron, al menos al principio, la causa nacionalista. Por el contrario, se manifestaron conservadores y partidarios del orden y de la religión de sus mayores.
Entre los campesinos era posible distinguir dos grupos:
- Los más acomodados, a los que las medidas liberales les beneficiaron porque gracias a ellas se convirtieron en propietarios agrarios (por ejemplo, en Francia) o en modestos arrendatarios.
- Los jornaleros, que no poseían tierras y solo cobraban por trabajo realizado. Eran muy abundantes en algunas zonas del sur de España e Italia, el este de Europa y toda Rusia. Precisamente en estas áreas geográficas prendieron fácilmente, desde finales del siglo XIX, ideologías revolucionarias como el anarquismo.
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