2ª evaluación
Nota: 10
Vida cotidiana durante autarquía
Nota: 10
Vida cotidiana durante autarquía
En la posguerra,
el nivel de vida de la mayoría de la
población descendió respecto a la preguerra. En parte, este descenso de debió a
la escasez de productos básicos y al racionamiento, que condujeron al consumo
de productos nacionales o de sucedáneos. El bienestar social fue también bajo, a pesar de la creación de
algunos seguros, como el de vejez e invalidez (1939) y el obligatorio de
enfermedad (1943). Los servicios sanitarios y educativos sufrieron la falta de
inversiones; la miseria incrementó los parásitos y las enfermedades; y el 30%
de los menores de 14 años estaba son escolarizar.
La alimentación
1.
La
escasez de productos básicos llevó al consumo de sucedáneos, más baratos y de
peor calidad. Por ejemplo, el café se sustituyó por una mezcla de malta y
achicoria. También se consumieron en abundancia algarrobas, hasta entonces
destinadas al consumo animal, y boniatos, arenques y chufas.
2.
Casi dos tercios del presupuesto familiar
se empleaba en alimentación. Ante la
escasez, llegaron a aparecer libros de cocina con recetas como la tortilla de
patatas sin huevos ni patatas.
Los medios de transporte
3.
Los automóviles
fueron escasos. En los años 50 los más baratos eran los microcoches biscúter, que tenían una potencia de 9
caballos. Ante la escasez de gasolina, los taxis y transportes públicos
funcionaron con gasógeno.
El suministro eléctrico y la vivienda
4.
El
suministro eléctrico sufría frecuentes cortes.
Estos llevaron al uso de candiles de latón y bronce para la iluminación, y de
carbón para cocinar.
Las habitaciones se caldeaban
utilizando braseros de picón, un carbón vegetal muy menudo hecho de ramas de
encina, jara o pino.
5.
Un
problema grave de las ciudades fue la escasez
de viviendas, motivada por las destrucciones de la guerra, el éxodo rural y
la falta de materiales. La situación originó extensos barrios de chabolas en las periferias de las
grandes ciudades. Para paliar el problema, el Estado realizó barrios de viviendas protegidas, monótonas, de
mala calidad y con graves carencias de equipamientos y servicios.
El ocio y el papel de las mujeres
6.
El
tiempo libre se empleaba en acudir
al cine y a las fiestas patronales. En estas últimas, se celebraban carreras de
sacos, juegos de cucañas, verbenas populares, corridas de toros en plazas
improvisadas, etc. El régimen instituyó sus propios días festivos, como el Día
de los Caídos o la Fiesta de la Victoria. Y la Iglesia católica potenció las
celebraciones religiosas: procesiones, Fiesta de la Confirmación, funerales en
memoria de “los caídos” en la guerra, etc.
7.
Por
su parte, las mujeres perdieron las
conquistas conseguidas durante la época republicana. Su papel en la sociedad se
redujo a ser amas de casas, madres y educadoras de sus hijos en la moral
católica y en la ideología del régimen.
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