jueves, 23 de noviembre de 2017

Vida cotidiana durante la autarquía

 2ª evaluación

Nota: 10

Vida cotidiana durante autarquía

           En la posguerra, el nivel de vida de la mayoría de la población descendió respecto a la preguerra. En parte, este descenso de debió a la escasez de productos básicos y al racionamiento, que condujeron al consumo de productos nacionales o de sucedáneos. El bienestar social fue también bajo, a pesar de la creación de algunos seguros, como el de vejez e invalidez (1939) y el obligatorio de enfermedad (1943). Los servicios sanitarios y educativos sufrieron la falta de inversiones; la miseria incrementó los parásitos y las enfermedades; y el 30% de los menores de 14 años estaba son escolarizar.


La alimentación

1.        La escasez de productos básicos llevó al consumo de sucedáneos, más baratos y de peor calidad. Por ejemplo, el café se sustituyó por una mezcla de malta y achicoria. También se consumieron en abundancia algarrobas, hasta entonces destinadas al consumo animal, y boniatos, arenques y chufas.

2.        Casi dos tercios del presupuesto familiar se empleaba en alimentación. Ante la escasez, llegaron a aparecer libros de cocina con recetas como la tortilla de patatas sin huevos ni patatas. 


Los medios de transporte

3.        Los automóviles fueron escasos. En los años 50 los más baratos eran los microcoches biscúter, que tenían una potencia de 9 caballos. Ante la escasez de gasolina, los taxis y transportes públicos funcionaron con gasógeno.


El suministro eléctrico y la vivienda

4.        El suministro eléctrico sufría frecuentes cortes. Estos llevaron al uso de candiles de latón y bronce para la iluminación, y de carbón para cocinar.

         Las habitaciones se caldeaban utilizando braseros de picón, un carbón vegetal muy menudo hecho de ramas de encina, jara o pino.

5.        Un problema grave de las ciudades fue la escasez de viviendas, motivada por las destrucciones de la guerra, el éxodo rural y la falta de materiales. La situación originó extensos barrios de chabolas en las periferias de las grandes ciudades. Para paliar el problema, el Estado realizó barrios de viviendas protegidas, monótonas, de mala calidad y con graves carencias de equipamientos y servicios.


El ocio y el papel de las mujeres   

6.        El tiempo libre se empleaba en acudir al cine y a las fiestas patronales. En estas últimas, se celebraban carreras de sacos, juegos de cucañas, verbenas populares, corridas de toros en plazas improvisadas, etc. El régimen instituyó sus propios días festivos, como el Día de los Caídos o la Fiesta de la Victoria. Y la Iglesia católica potenció las celebraciones religiosas: procesiones, Fiesta de la Confirmación, funerales en memoria de “los caídos” en la guerra, etc.


7.        Por su parte, las mujeres perdieron las conquistas conseguidas durante la época republicana. Su papel en la sociedad se redujo a ser amas de casas, madres y educadoras de sus hijos en la moral católica y en la ideología del régimen.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario