domingo, 19 de noviembre de 2017

Minería, banca y red ferroviaria

Falta varios párrafos de la explicación que son importantes

Nota 7'5

-La explotación de la minería.

Durante la Revolución Industrial, la demanda de productos mineros en la mayor parte de Europa aumentó considerablemente. España contaba con abundantes minas y su explotación sistemática se inició en 1868 con la aprobación de la Ley de Minas.
Como la extracción minera necesitaba gran cantidad de capital, el gobierno optó por otorgar su explotación a compañías extranjeras, sobre todo francesa e inglesas. Además, el pago de la concesión ayudaría a disminuir la deuda de la Hacienda española.
Los recursos más importantes del subsuelo español eran el hierro (Málaga, Cantabria y, sobre todo, Bizkaia), el plomo (Cartagena), la hulla y el cinc (Asturias), y el cobre y la pirita (Huelva). El aumento de la producción influyó positivamente en el desarrollo del ferrocarril y de industrias como la naval.
La explotación del carbón, la principal fuente de energía industrial, presentó diversos problemas: el carbón asturiano, tenía escaso poder calorífico y, a diferencia del galés, se encontraba a gran profundidad, lo que encarecía su extracción.
La escasa demanda interior de minerales comportó que la mayoría del mineral se exportase, y a finales del siglo XIX, el sector minero significaba una tercera parte del total de las exportaciones del país. El hierro vizcaíno se enviaba mayoritariamente al Reino Unido.

-Las bancas y las finanzas.

A mediados del siglo XIX se inició el proceso de sustitución de las antiguas casas de banca y de préstamos, características del Antiguo Régimen, por un nuevo sistema financiero capaz de hacer frente a las necesidades del capitalismo industrial.
Por un lado, se consolidó una banca pública, y el Banco de España obtuvo el monopolio de emisión de moneda y la gestión de la deuda pública. En 1868 se creó una nueva moneda oficial, la peseta de 100 céntimos, que puso fin a la diversidad de monedas existentes en España hasta aquel momento.
Por otro lado, en el sector privado se crearon nuevos bancos como el Banco de Barcelona, el de Santander, el de Bilbao y el de Vizcaya, vinculados a la financiación de los ferrocarriles y del sector minero.
En 1831 comenzó a funcionar la Bolsa de Madrid y en 1845 se creó el Bolsín de Barcelona con voluntad de financiar a las empresas con capital privado.

-¿Qué efectos tuvo la construcción de ferrocarril?
La mejora de los sistemas de transporte para estimular el comercio y vertebrar el mercado interior era una de las grandes necesidades de la industrialización española. Por ello se volcaron grandes esperanzas en el ferrocarril, y el Estado dio grandes facilidades a las empresas privadas para que emprendieran su construcción.
Sin embargo, los problemas derivados de su rápida planificación y construcción limitaron el papel del ferrocarril como difusor de la industrialización, aunque es innegable que supuso una gran mejora de la red española de transportes.
Además, el elevado coste de su construcción y la escasez de mercancías y viajeros transportados llevaron a la quiebra en 1866 de muchas compañías ferroviarias.

PARTE QUE FALTA AÑADIDA POR EL PROFESOR

 Los problemas de la red ferroviaria

Consolidó una estructura radial de la red que, con centro en Madrid, no favorecía la conexión entre los centros industriales más activos.

Se eligió un ancho de vía diferente al de Europa, justificado en las dificultades del relieve español, que obligaba a transbordar las mercancías en la frontera, encareciendo los costes y aumentando los tiempos de transporte.

Se autorizó a las compañías ferroviarias a importar, libre de aranceles (impuestos), todo el material que necesitaban (raíles, locomotoras, vagones...). Ello perjudicó a la naciente industria siderúrgica y metalúrgica española.

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